Por John Bagratuni
Stuttgart, Alemania
AGENCIA/dpa

Con polémica por la invitación recibida y manteniendo un perfil bajo en sus días previos, la tenista rusa Maria Sharapova regresará mañana a la competición en el torneo de Stuttgart para poner fin a 15 meses de sanción por doping.

La exnúmero uno del mundo recibió una «wild card» que le permitirá participar en un torneo que se adjudicó en 2012, 2013 y 2014 y disputará mañana su primer partido tras expirar en la medianoche de hoy la suspensión por consumir el fármaco prohibido meldonium.

Sharapova, de 30 años, se entrenó los últimos días puerta cerrada en el complejo deportivo SV Sillenbusch en la ciudad del suroeste alemán, lejos de las miradas curiosas. La deportista rusa escogió este club con unos pocos centenares de socios, los únicos que tienen acceso a las instalaciones, para practicar desde su llegada a Stuttgart el viernes pasado.

Sharapova, que debutará ante la italiana Roberta Vinci, es embajadora de la marca alemana de automóviles deportivos Porsche, que patrocina el torneo. La última vez que jugó en Stuttgart perdió en segunda ronda en 2015 contra la germana Angelique Kerber.

Su último partido antes de dar positivo de doping el 26 de enero de 2016 la enfrentó a la estadounidense Serena Williams en cuartos de final del Abierto de Australia.

La aparición de Sharapova en Stuttgart ha generado gran expectativa. El número de periodistas que cubre el torneo se ha casi duplicado frente a años pasados -hubo 250 peticiones de acreditación- y este año están presentes, entre otros, la televisión estadounidense CNN y la emisora estatal rusa RT.

La ganadora de cinco Grand Slam y exnúmero uno del mundo es considerada la mujer de mayores ingresos en el mundo del deporte -se calcula que unos 20 millones de dólares al año-, la mayoría provenientes de contratos de patrocinio y de su marca de golosinas Sugarpova.

Sharapova fue suspendida por dos años tras dar el 26 de enero de 2016 positivo de meldonium, un fármaco que contribuye a mejorar la capacidad física de personas con problemas sanguíneos que fue incluido en la lista de sustancias prohibidas el 1 de enero de ese año.

El castigo se extendía originalmente hasta enero de 2018, pero fue reducido de dos años a 15 meses por la Corte Arbitral del Deporte (CAS). El alto tribunal deportivo con sede en Lausana consideró que la Federación Internacional de Tenis (ITF) no informó adecuadamente sobre la inclusión del meldonium en la lista de sustancias prohibidas a partir del inicio de 2016.

Algunas de las mejores jugadoras del mundo, como Kerber, la polaca Agnieszka Radwanska, la danesa Caroline Wozniacki o la española Garbiñe Muguruza, criticaron la decisión de Stuttgart invitar a Sharapova, que también ha recibido «wild cards» para los certámenes de Roma y Madrid pero no así, por lo menos hasta ahora, para los Grand Slam del Abierto de Francia y de Wimbledon.

Pero a la rusa no le quita el sueño la postura de sus rivales. «Es la última de mis preocupaciones», dijo Sharapova en una reciente entrevista con la revista alemana «Stern». «No le dedico ni un sólo pensamiento a eso».

El debate se avivó el fin de semana, cuando se conoció que la campeona de 2011, Julia Görges, no recibió una invitación. «Julia no se puede quejar porque en el pasado le dimos wild cards», dijo el director del torneo, Markus Günthard, y sostuvo que los organizadores habían tomado «la decisión correcta» al invitar a Sharapova.

Vinci, la primera rival de la rusa, sumó su voz a las críticas al «wild card» a Sharapova, aunque destacó sus cualidades tenísticas.

«Yo personalmente no estoy de acuerdo con la invitación», dijo la italiana. «Sé que ella es importante para el tenis. Es sin dudas una gran jugadora y no tengo nada personal en contra de ella. Ha pagado por su error y puede volver a jugar, pero sin el wild card».

La rusa ha entrenado muy duro para su regreso al circuito y ha mantenido un perfil bajo desde que dio positivo en el Abierto de Australia. Debido a la suspensión no puede hacer ninguna aparición oficial ni dar entrevistas oficiales o entrenar en las instalaciones del torneo antes de que expire la sanción.

«Mi entrenamiento en los últimos meses ha sido verdaderamente bueno», sostuvo el mes pasado en la red social Facebook.

El retorno de Sharapova es visto por algunos también como una bendición para el tenis femenino al quedar fuera durante unos meses por su embarazo la otra gran figura del circuito, la estadounidense Serena Williams.

Kerber, campeona del Abierto de Australia y del US Open en 2016, no ha conseguido un estatus similar. La alemana aún no ha ganado títulos este año y fue relegada el lunes por Williams de la cima del ranking femenino, lugar que podría recuperar si alcanza las semifinales.

Al igual que las otras cabezas de serie Karolina Pliskova, Simona Halep y Muguruza, Kerber jugará directamente la segunda ronda y podría verse las caras con Sharapova si ambas llegan a semifinales.

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