La Habana
AGENCIA/dpa

La Feria del Libro de La Habana cedió a la «chatarra cultural», según reconoció hoy el ministro de Cultura cubano, Abel Prieto, en una entrevista a la prensa oficial.

«Se hicieron concesiones a los expositores extranjeros, a los que traían a Walt Disney y la chatarra cultural. Esa distorsión existe y hay que pararla», afirmó Prieto al periódico «Juventud Rebelde».

«Cuando se mira a lo largo de los años, cuando se compara con las Ferias originales, el fenómeno sí se nota más», aseguró Prieto quien alertó que «la mercadotecnia desmedida puede convertir en una caricatura aquel sueño fundacional de Fidel. No lo podemos permitir».

El titular cubano de cultura afirmó que a pesar de la grave situación «no todo son malas noticias» y destacó que los libros más vendidos en la isla el pasado año ninguno de ellos es «mediocre o superficial».

Durante el 2016 el libro más vendido fue la biografía «Raúl Castro, un hombre en Revolución», después se sitúan obras como «1984» de George Orwell que fue publicada en Cuba por primera vez en la historia y la novela «La piedra de rapé» del uruguayo Daniel Chavarría.

El acceso a la cultura es una de las banderas históricas de la Revolución cubana y para ello el Estado subvenciona la producción de los libros para abaratar sus precios.

Sin embargo, estudios recientes lanzan una señal de alarma sobre la situación de la lectura entre los más jóvenes de la isla.

Un 42,4 por ciento de los jóvenes universitarios cubanos tiene poco interés por la literatura, mientras que un 4,5 por ciento dijo que no le atrae en absoluto la lectura, según un sondeo del Observatorio del Libro y la Lectura de Cuba.

Los datos son el resultado de un estudio sobre consumo de libros y hábitos de lectura, que incluyó una encuesta aplicada a jóvenes estudiantes en varias universidades de toda la isla, según publicaron medios locales.

Los encuestados señalaron entre las causas de la falta de interés por los libros la escasez de tiempo, la ausencia de títulos atractivos y la baja tirada de ejemplares de libros que sí tienen una fuerte demanda.

«Las tendencias son preocupantes», señalaron los autores que realizaron el estudio, según recogió recientemente el periódico oficial «Juventud Rebelde».

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