POR G. ORTIZ Y J. ÁGUILA
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La Embajada de los Estados Unidos (EE. UU.) en Guatemala confirmó que el embajador Todd Robinson permanecerá en el cargo diplomático luego del 20 de enero, fecha en que tomará posesión el presidente electo de ese país, Donald Trump.
Según representantes de la embajada de EE. UU., Robinson es un político de carrera con treinta años de experiencia, por lo que su remoción del cargo no se encuentra dentro de los planes del gobierno norteamericano.
“Hay que recordar que el embajador Robinson no es nombrado por políticas, sino por carrera en el servicio diplomático. Él va a permanecer en el cargo después del 21 de enero. Nada va a cambiar”, confirmaron fuentes de la Embajada.
Al ser consultada sobre noticias circuladas en diversos medios de comunicación sobre la remoción de algunos cargos diplomáticos, la Embajada apuntó que dichas publicaciones únicamente se refieren a aquellos políticos que fueron nombrados por cuestiones políticas.
Asimismo, manifestaron que es una práctica “normal” que al momento de darse una transición de gobierno en los EE. UU. se remueva a diplomáticos nombrados por consideraciones políticas, lo cual no es el caso de Robinson.
“Él -Robinson- fue nombrado por carrera, tiene 30 años de servicio. La nota que ha publicado hoy la prensa y que circula aquí -sobre la remoción de algunos embajadores de EE. UU. en distintos países- tiene que ver con embajadores que están en sus posiciones por cuestiones políticas, y eso es muy normal, pero ese no es el caso en Guatemala”, manifestó.
Esta semana circuló en diversos medios internacionales que varios embajadores de EE.UU. serían removidos por Trump al momento de asumir la Presidencia.
Dichos medios reportan que entre los diplomáticos que se verían obligados a abandonar sus cargos se encuentran los embajadores de Costa Rica, República Checa, Bélgica y Suiza, entre otros.
LOS GRUPOS A FAVOR DE LA CORRUPCIÓN
Helen Mack, representante de la Fundación Myrna Mack, dijo que hay varios grupos a favor de la corrupción e impunidad que están interesados en mostrar que la permanencia de Robinson representa injerencia extranjera.
No obstante, según Mack, dichos sectores hacen una lectura incorrecta, ya que, por cuestiones de seguridad nacional, EE. UU. mantiene una política de lucha contra la corrupción hacia la región del Triángulo Norte, y lo hace a través de su embajador. Sin embargo, ciertos sectores han asumido un conflicto personal con Robinson.
La activista asegura que dichos grupos tratan de manipular a la opinión pública para hacerla creer que los casos de corrupción que se juzgan actualmente en Guatemala no están bien fundamentados, sino es por injerencia extranjera.