Rabat
DPA
El gobernante Partido para la Justicia y el Desarrollo (PJD), de corte islamista moderado, fue la fuerza más votada en los comicios parlamentarios de ayer en Marruecos, según los resultados oficiales anunciados hoy.
El partido, que gobierna desde 2011 en coalición con los liberales, los comunistas y los fieles a la monarquía, se hizo con 125 de los 395 escaños del Parlamento, informó hoy el Ministerio del Interior. El partido mejora así su resultado de 107 diputados con los que contaba en la legislatura actual.
Su principal rival, el Partido de la Autenticidad y la Modernidad (PAM), cercano a la monarquía, pasó de 47 a 102 escaños. Le sigue el partido Istiqlal (Independencia) con 46 escaños, frente a los 60 que tenía.
Pese a que el PJD no obtuvo una mayoría absoluta y tendrá que volver a formar un Gobierno de coalición, el secretario general y actual primer ministro Abdelilah Benkirane alabó los resultados como una «victoria para la democracia».
«La democracia ha ganado después de que el partido llevara a cabo necesarias e importantes reformas económicas», señaló. El PJD abogó durante la campaña por una continuación de las reformas económicas y sociales iniciadas.
Benkirane descartó la posibilidad de una coalición de gobierno con el PAM, que se presentó como un partido liberal centrando su campaña en la libertad y los derechos de la mujer y que teme una creciente islamización del país.
«Todo es posible con el resto de los partidos», dijo el político de 62 años sin dar detalles.
La participación en los comicios en el país norafricano fue del 43 por ciento de los más de 15 millones de marroquíes llamados a las urnas, según cifras oficiales.
Marruecos se enfrenta con grandes problemas en el sector educativo, así como corrupción y un elevado desempleo juvenil, problemas que poco han cambiado desde la Primavera Árabe de 2011.
Los de la víspera fueron los segundos comicios desde la reforma constitucional de ese año. Desde entonces, el PJD dirige el único gobierno islámico en el norte de África.