Factor Méndez Doninelli

¿Por qué militares armados invaden los establecimientos educativos, intimidando y provocando a la comunidad escolar?, ¿Desde cuándo los militares son encargados de enseñar y promover valores entre estudiantes civiles de diversificado?, ¿Están violando la Constitución Política de la República y la libertad de cátedra?, ¿Pretende el actual Gobierno oligárquico militar neoliberal, militarizar la educación pública?

Los cuestionamientos anteriores los planteo a propósito de la visita sorpresiva que un grupo de Oficiales del Ejército, acompañado de escoltas fuertemente armados, está haciendo estos días en algunos establecimientos educativos nacionales; en concreto, se han presentado en institutos normales de ciudad Guatemala.

Por denuncias de dirigentes magisteriales y de docentes que laboran en institutos públicos he sabido que esta inusitada iniciativa se promueve con autorización previa de los Directores de los planteles educativos y consiste en una delegación militar que hasta ahora ha visitado los institutos Belén, INCA y Rafael Aqueche para ofrecer charlas a los estudiantes y personal docente sobre valores y liderazgo. Los objetivos y la estrategia de esta actividad son desconocidos, algunos docentes consideran que la acción es intimidatoria, que pretende ejercer control social sobre la población estudiantil, desarticular la organización, penetrar el imaginario juvenil y alterar las representaciones sociales.

Relatos que escuché en boca de estudiantes y catedráticos refieren la sorpresa, rechazo e indignación que la presencia de los militares ha provocado en estos establecimientos educativos. Dicen que la mayoría de catedráticos de uno de los planteles mencionados, se opuso a que los militares cumplieran con su objetivo, argumentaron a favor de la libertad de cátedra y resistieron oponiéndose a que sus estudiantes asistieran a escuchar la plática de los militares, otros a regañadientes aceptaron que sus estudiantes decidieran en forma voluntaria asistir; después de algunos incidentes menores, un reducido grupo estudiantil escuchó la conferencia de los militares.

Poco se sabe de estos hechos que están ocurriendo y que supongo, los militares seguirán repitiendo en otros establecimientos educativos de ciudad Guatemala, para extenderse a institutos que funcionan en el interior del país.

Esa acción es contraria a la Constitución de la República, a las leyes de la materia, a los Acuerdos de Paz sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, Función del Ejército en una sociedad democrática y a los principios y libertades universales sobre educación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO.

¿Cuándo vamos a oír la posición de la Procuraduría de los Derechos Humanos PDH, sobre esta afrenta a la educación pública nacional?

La vida en democracia no faculta a los militares para que interfieran en los contenidos educativos y sustituyan el deber de los Maestros, lo que hacen es una clara violación de derechos humanos que no se puede permitir. Los sindicatos educativos, los padres de familia, los catedráticos, los estudiantes, la ciudadanía en general, debemos resistir y oponernos a esos signos perversos que se perciben como intentos de militarizar la educación pública.

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