Por Camilo Villatoro

El 2016 trae para los amantes de la historia una recomendable obra literaria sobre el violento y complejo encuentro entre los españoles y los señoríos indígenas que habitaban el altiplano y el sur del actual territorio de Guatemala, con énfasis en el pueblo Kaqchikel y aunque el marco temporal es de apenas 18 años, el libro enfoca detalladamente los factores políticos, geográficos y económicos que determinaron los siguientes tres siglos de historia que hicieron que Guatemala se convirtiera en lo que conocemos actualmente. El material se titula “Atemorizar la tierra: Pedro de Alvarado y la Conquista de Guatemala, 1520 – 1541”, escrita por George Lovell, Christopher Lutz y Wendy Kramer, apoyada editorialmente por F&G Editores. La Hora conversó con uno de sus autores (George Lovell) y estas son algunas de sus ideas.

¿Cómo empieza su interés por la historia colonial de Guatemala?

Más o menos cuando estudiaba para graduarme de mi maestría. En aquel entonces estudiaba la historia colonial de México; me di cuenta que en comparación con lo que conocemos sobre México y el Perú (esos dos países son dominantes en la historiografía sobre la época colonial en toda América Latina) hay muchas lagunas en la historia de América Central. Sabía, como estudiante de maestría, que había mucho que hacer en Centroamérica, y decidí para mis estudios de doctorado estudiar la época colonial de Centroamérica, concentrándome en lo que hoy en día es Guatemala (aunque claro, Guatemala para la época colonial se expandía desde el sur de México hasta Costa Rica). Desde 1975 estoy tratando de meter la mano en Guatemala sobre la época colonial. Tengo 40 años de venir como golondrina y hacer estudios en el Archivo General de Centroamérica y también en el Archivo General de Indias en España, sobre la época colonial de Guatemala.

Una de esas lagunas historiográficas es la que ocupa este libro, ¿qué nos podría explicar sobre los mitos que se dan entorno a la figura de Pedro de Alvarado en la conquista de Guatemala?

Pedro de Alvarado participó más o menos como mano derecha de Hernán Cortés en la conquista de México y fue mandado por Cortés mismo a hacer la conquista de Guatemala, pero hoy en día todavía existe este mito de Alvarado y su papel en la conquista de Guatemala. Es absolutamente imposible negar su participación y su impacto tremendo en la conquista de Guatemala, pero es muy importante, dados los resultados de otras investigaciones y las de nosotros (con Christopher Lutz y Wendy Kramer), oponer la narrativa de Alvarado e introducir, presentar, en esa narrativa principal, otros actores…

¿… como la participación de los indígenas en la conquista?

Exactamente. Este libro es un modesto intento de equilibrar la narrativa dominante que sigue haciendo énfasis en Alvarado y sus hechos. Por ejemplo, fui a la editorial Piedra Santa y hasta hoy la literatura histórica de las escuelas públicas, es más o menos: “llegó Pedro de Alvarado, estuvo en combate mano a mano con Tecún Uman, lo mató, voló el quetzal y después la conquista estuvo hecha”. Primeramente dudamos mucho acerca de la existencia de Tecún Umán, es otro mito de la conquista. Lo que sí no es un mito es el otro lado de la moneda… siempre que se conquista hay resistencia. En el libro intentamos hacer un equilibrio entre la conquista y la resistencia, y abrir un espacio en la narrativa principal para que entre (sin despreciar la resistencia de otros pueblos mayas) la resistencia Kaqchikel. Son tres capítulos en los que intentamos presentar nuevos datos y hacer reinterpretación de los datos ya conocidos, dando lugar a la resistencia Kaqchikel y de sus líderes… sabemos por los Anales de los Kaqchikeles que montaron una resistencia contra Alvarado.

Retomando el tema de Tecún Umán, si hubiese peleado mano a mano con Alvarado… ¿no cree usted que Alvarado lo hubiese mencionado en una relación? ¡No aparece Tecún Umán en la historia hasta mucho, mucho más tarde!

Como dice en el libro, hay muchos documentos que se han perdido lamentablemente, que podrían enriquecer la historiografía

Absolutamente. No estamos descontando la tradición oral, pero la gran ventaja de Guatemala en contraste a la mayoría de pueblos indígenas en las demás partes de América es que aquí los quichés y kaqchikeles pudieron escribir. Gracias a ellos tenemos en nuestras manos sus perspectivas, es decir, la famosa visión de los vencidos.

Es interesante el título de la obra porque señala directamente la naturaleza de la conquista, pero sobre todo de Pedro de Alvarado y esa diferencia en términos de diplomacia con Cortés en México, ¿no?

Sí. Mucha gente ha preguntado en la presentación en Filgua de dónde viene el título del libro. Incluso alguna gente, (se ríe) por el título pensaba que era un libro tratante del conflicto armado recién pasado…

Muy ingenuos los muchachos…

Tuve que decirles que…

Que leyeran el libro…. (Risas)

…Que suena bien como un título para un análisis del conflicto armado, pero en verdad viene de las palabras escritas de la mano de Alvarado o de su escribano…

Envié a la ciudad de Guatemala [Iximché], que está a diez leguas de ésta [Utatlán], a decirles y requerirles de parte de Su Majestad que me enviasen gente de guerra, así para saber de ellos la voluntad que tenían como para atemorizar la tierra.

Esa es la parte de la participación cakchiquel en el derrocamiento de los kichés…

Sin los cakchiqueles… (Igual que la participación tlaxcalteca en la conquista de México) sería imposible imaginar la conquista de Guatemala por parte de Alvarado. Es precisamente de lo que trata el libro. Una alianza que tardó máximo seis meses, en la que los Kaqchikeles ayudaron en la conquista de la Costa Sur, incluso a El Salvador, pero cuando regresaron a Iximché Alvarado insistió en que pagasen tributo… pero ellos dijeron que eran co-conquistadores, que sin su ayuda no habría hecho nada, y que ellos más bien deberían de decidir también por el tributo que usted está coleccionando de los quichés, de los dominados…. Pero él dice: no no no, ustedes pagan tributo. Se trata de una alianza de seis meses convertida en una resistencia de por lo menos seis años documentados. Pero hemos descubierto más documentos, y eso es lo más novedoso del libro, de una segunda ola de resistencia en los años 1530.

Es muy importante enfatizar que los Kaqchikeles no son los tlaxcaltecas de Guatemala (como muchos han dicho), al contrario, ellos echaron la mano a Alvarado por un periodo de seis meses, pero luego viene una resistencia, no de seis años, sino de 16 años. Esta es la relación de Pedro de Alvarado con los Kaqchikeles. Y si no fuera por su hermano menor, Jorge de Alvarado, no habría conquista de Guatemala. Jorge de Alvarado vino de México en una segunda ola de conquista, acompañado de otro grupo indígena aliado que no era tlaxcalteca sino cuaquecholtecas. Hay una relación de Alvarado dando crédito a su hermano, diciendo que sin él no habría conquista de Guatemala.

Volviendo al título de la obra, también tiene que ver con la naturaleza dada la personalidad de Alvarado. Hay quienes lo han descrito como un verdadero psicópata. No solo atemorizaba las tierras mayas; sus mismos compañeros de conquista le temían.

…la gran ventaja de Guatemala en contraste a la mayoría de pueblos indígenas en las demás partes de América es que aquí los quichés y kaqchikeles pudieron escribir. Gracias a ellos tenemos en nuestras manos sus perspectivas, es decir, la famosa visión de los vencidos.

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