Nueva York
DPA

Los reyes de Wall Street se llaman Apple, Google y Microsoft. Desde hace tiempo, las empresas tecnológicas superaron en valor y tamaño a la vieja guardia de conglomerados industriales y financieros, pero ¿por cuánto tiempo?

Incluso el índice tecnológico Nasdaq 100 se encuentra en los niveles récord de la época de las .com en el año 2000 después de años de caídas, pero esto no hace más que traer el recuerdo de la burbuja tecnológica que estalló entonces.

«La tendencias en Internet pueden cambiar rápido», opina la analista Barbara Claus, de la agencia de calificación Morningstar. Un buen ejemplo es Yahoo, el pionero de Internet y antigua estrella de las .com. Después de años de crisis, la firma vende su negocio web a la compañía telefónica Verizon, que ya se había quedado con los restos del otro gran pionero, AOL.

Aunque las tecnológicas se han vuelto mucho más rentables y en su mayoría más maduras que en los tiempos de la burbuja de Internet, no son inmunes a una cierta pérdida de peso que está empezando a producirse.

Es el caso de Apple, número uno con un valor bursátil de 582 mil millones de dólares. Durante años causó furor con sus iPhones y tablets, pero la falta de nuevas ideas le está pasando factura. En vez de ello no hace más que sacar innumerables variantes de lo mismo al mercado.

Los fabricantes surcoreanos Samsung o LG ofrecen desde hace tiempo productos de calidad equivalente. Y a más tardar con el informe sobre un segundo retroceso consecutivo del negocio, la Bolsa se pregunta cuándo llegará la gran novedad que vuelva a sorprender al mundo. ¿Apple revolucionará la televisión o la movilidad? Pero en este segundo sector ya están muy activos Alphabet (la matriz de Google) y el fabricante de automóviles eléctricos Tesla.

Alphabet es el gran monstruo de este mundo tecnológico. Paso a paso fue conquistando el segundo puesto entre las empresas más valiosas con actualmente 547 mil millones de dólares, e incluso desplazó temporalmente a Apple del primero.

«Alphabet se ha convertido en un ejemplo modélico de empresa realmente innovadora», dice el gerente de fondos Hyun Ho Sohn, del administrador de patrimonios Fidelity.

La empresa no sólo se beneficia de la posición líder en las búsquedas de Internet sino de sus inversiones a lo largo de los años en campos de lo más variados. Los otros competidores, en cambio, apenas empiezan a hacer este tipo de inversiones, dice Hyun Ho Sohn.

Pero en algún momento podría ser que Alphabet se convirtiera de cazador en cazado. En opinión de la experta Claus de Morningstar, la matriz de Google podría verse perjudicada en el futuro por su excesiva dependencia de los ingresos por la publicidad online, que es la que le da el dinero para meter en el desarrollo de otras ideas.

Ya hoy, la red social Facebook está captando una gran parte de los anuncios online y ha trepado al sexto lugar entre las firmas más valiosas en Bolsa, con 359 mil millones de dólares.

Los ejemplos muestran que los gigantes tecnológicos enfrentan riesgos bastante más altos en comparación con empresas clásicas como la farmacéutica y productos de consumo Johnson & Johnson, que está entre las más valiosas desde hace muchos años y que tiene actualmente un valor bursátil estimado de 339 mil millones de dólares. Sus marcas bien asentadas le dan estabilidad.

Los inversores están dispuestos, sin embargo, a apostar por las tecnológicas porque quieren estar a la vanguardia del cambio digital de la sociedad. «Las tendencias clave que se imponen son cloud computing (la nube), inteligencia artificial, realidad virtual, vehículos autónomos y producción automatizada», dice el administrador de fondos Neil Robson de Columbia Threadneedle.

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