Por EVA VERGARA
SANTIAGO, Chile
Agencia/AP

Un irreconocible Antonio Banderas se encuentra de nuevo en Chile filmando una película, «Salty», que definió como una cinta de sexo, risas y rock and roll y una crítica al a veces exacerbado mundo de las estrellas.

El actor español inició el rodaje de la cinta a mediados de junio en el balneario de Algarrobo, sobre el Pacífico, y ayer por la tarde se tomó unos minutos para hablar con la prensa antes de filmar la escena final en un bar de Santiago.

«Salty» cuenta la vida de Turk Henry, «un rockero de vuelta ya», como dijo Banderas, cuya esposa es secuestrada durante unas vacaciones en Chile por sujetos que aspiran comprarse un nuevo barco con el rescate.

La película es dirigida por el británico Simon West, cuyos créditos incluyen «The Expandables 2» («Los Indestructibles 2») «Lara Croft: Tomb Raider» y «Con Air» («Riesgo en el aire»).

West dijo a The Associated Press que se interesó por el guion, de Toby Davies y Mark Haskell Smith, «porque es una película comedia-acción».

«He hecho muchas películas de acción, pero esta me encantó porque es una comedia antigua», expresó. «Cuando leí el guion pensé enseguida en Antonio Banderas, le comenté sobre la película y cuando nos juntamos a leer el guion quedó fascinado».

Banderas, luciendo pantalones brillantes de bota ancha de los 70, una ceñida camiseta negra, recargados colgantes al cuello, varios anillos, grandes gafas oscuras y una ostentosa peluca de rizos rubios, se mostró feliz de volver a trabajar en Chile.

En 2014, estuvo en el desierto de Atacama, en el norte del país, para filmar «Los 33», la verdadera historia de los mineros que pasaron 69 días atrapados a 700 metros de profundidad, en el fondo de un oscuro socavón.

«Estamos trabajando a un ritmo muy fuerte que no me permite más que llegar al hotel y caer en la cama, muerto», dijo el actor, y añadió: «Lo único que lamento es no haberme podido reunir con los mineros porque no he tenido tiempo».

Señaló que su nueva cinta, a pesar de que está basada en «sexo, risa y rock and roll», tiene puntos interesantes en los que «critica lo exacerbado que es en un momento determinado el mundo de las estrellas, las estupideces que se hacen, las tonterías que se hacen».

«Este hombre va a recibir como una lección para bajar al mundo real, que es donde vive la gente real», agregó sobre su personaje.

Señaló que Chile es «lo más cercano» que ha encontrado a su propio país en Hispanoamérica.

Ahondó al decir, con un tono reflexivo, que «todos tenemos problemas. Tú vas a Nueva York y hay problemas, vas a Inglaterra, mira como está Inglaterra en estos momentos con el brexit y todo lo que está ocurriendo en el mundo. Todo el mundo tiene problemas».

El papel de la esposa secuestrada lo encarna la actriz franco-ucraniana Olga Kurylenko, quien también había filmado ya una película en Chile: la cinta de James Bond «Quantum of solace», de 2008.

Otro actor destacado en «Salty» es el estadounidense Mark Valley, más conocido por la serie televisiva «Boston Legal».

Valley dijo a la AP que su personaje, un agente de inmigración estadounidense, es el «enemigo» del protagonista: «Soy el encargado de hacerle pasar malos ratos a Antonio en esta película».

El productor ejecutivo de la cinta, René Besson, dijo que escogieron Chile para filmar por sus paisajes, por la calidad de sus profesionales relacionados con el cine y por los costos. Destacó que trabajan con camarógrafos, maquilladoras, electricistas y otros profesionales locales.

«Yo estaba mirando distintos países latinoamericanos por calidad y costos, un mejor precio para el equipo, y elegimos Chile. Además, buscábamos algo que tenga todos los factores para realizar esta película», expresó Besson a la AP.

Agregó que fueron financiados por «crowdfunding», un método donde el público colabora con dinero a la producción, lo que «fue muy popular porque fue el crowdfunding más grande de todas las películas» que usan el sistema y se trata de una película comercial, no de arte. También consiguieron fondos de la venta anticipada de la cinta.

«Salty» debería llegar a las salas de cine el próximo año, antes de Navidad.

Estamos trabajando a un ritmo muy fuerte que no me permite más que llegar al hotel y caer en la cama, muerto. Lo único que lamento es no haberme podido reunir con los mineros porque no he tenido tiempo.
Antonio Banderas

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