Londres
Agencia dpa
Anunció que las negociaciones para un traspaso de más competencias entre Londres y Edimburgo comenzarán en noviembre. Para enero debería estar listo el proyecto de ley que fija las nuevas normas, dijo hoy Cameron en Downing Street.
A nivel internacional había gran expectación. El «sí» a la independencia hubiese tenido una gran repercusión en los mercados financieros, así como en la Unión Europea y la OTAN. «Espero que Reino Unido siga unido», había escrito en Twitter el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
En el referéndum celebrado el jueves, una mayoría del 55 por ciento se mostró a favor de que Escocia siga formando parte de Reino Unido, una unión que ya tiene 307 años de antigüedad. La decisión fue tomada con gran alivio en numerosas capitales europeas. El movimiento de «sí», que obtuvo el 45 por ciento de los votos, había alcanzado una gran repercusión en la Unión Europea.
Poco más dos millones de votantes (el 55%) votaron «no» a la independencia, mientras que más de 1,5 millones de escoceses se manifestaron a favor de la secesión.
La participación fue del 85 por ciento, la más alta registrada jamás en Escocia. Sin embargo, en los bastiones del «sí» fue inferior a la prevista. «El pueblo se ha pronunciado y el resultado está claro», dijo Cameron.
El premier defendió el hecho de que se hubiera celebrado la votación y aseguró que no se repetiría. «Ahora, el debate se ha zanjado durante una generación o, como dijo Alex Salmond, ‘tal vez para siempre’. Así que no habrá disputas», dijo. «Hemos escuchado la voluntad del pueblo escocés», añadió.
El Parlamento de Westminster se encargará de que «los compromisos se cumplan plenamente», aseguró en referencia a las promesas de mayor autonomía realizadas antes de la votación.
El gobierno británico anunció que llevará el debate del federalismo también a Inglaterra, que es con diferencia la mayor de las cuatro regiones que componen el Reino Unido. «De la misma manera que Escocia decide sobre sus impuestos y sus servicios sociales, Inglaterra podrá también decidir sobre estas cuestiones, al igual que Gales e Irlanda del Norte».
El partido opositor laborista propuso la creación de un parlamento regional para Inglaterra, la única que no tiene una representación local desligada del gobierno central.
Los conservadores están a favor, sin embargo, de una regulación extraordinaria para los diputados en Westminster para que los diputados escoceses no puedan decidir en la Cámara baja sobre leyes que afectan a Inglaterra. En la actual constelación, esta regulación supondría una considerable desventaja para el Partido Laborista, que suele ser fuerte en Escocia.
El ministro principal (jefe del gobierno regional), Alex Salmond, y su segunda Nicola Sturgeon reconocieron la derrota incluso antes de que se diera a conocer el resultado final de la votación. Tan sólo en cuatro de los 32 distritos electorales (tres en Glasgow y alrededores, así como en el bastión de Dundee) ganó la opción de la independencia.
Tras ver que la diferencia de votos era insalvable, Salmond dijo: «En nombre del gobierno de Escocia acepto el resultado y abogo por trabajar de forma constructiva» con el gobierno británico en Londres en las próximas etapas. Y agregó: «Gracias Escocia por los 1,6 millones de votos a favor de la independencia».
También intervino su rival en la campaña, el político laborista y ex ministro Alistair Darling, que se pronunció a favor de la transferencia de Londres a Edimburgo de más derechos autonómicos. No haber logrado la independencia no significa que no habrá cambios, aseguró Darling.
En Edimburgo y muchas otras ciudades de Escocia, los partidarios del «no» se congregaron para celebrar el resultado. Algunos estuvieron pegados a las pantallas de televisión durante toda la noche.
Los mercados reaccionaron de forma positiva al resultado del referéndum. Se ha «eliminado el factor de inseguridad» que durante las últimas semanas lo había cubierto todo, dijo un analista del DZ Bank. La cotización de la libra esterlina subió con respecto al euro y el dólar.
FONDO
¿Qué pasará?
Los escoceses se manifestaron por mayoría a favor de seguir formando parte del Reino Unido, al que se sumó hace más de 300 años, junto con Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. Pero la situación no seguirá igual. Londres prometió a Edimburgo una mayor autonomía y ya se concretan los próximos pasos a seguir:
– 19 de septiembre 2014: Los partidos mayoritarios en el Parlamento británico -conservador, laborista y liberaldemócrata- se han comprometido a iniciar el proceso de transferencia de Londres a Edimburgo de más derechos autonómicos.
– Noviembre 2014: Londres presentará un primer documento con propuestas a debatir, según confirmó el primer ministro David Cameron tras el referéndum. No está claro qué incluirá el documento, pero se presume que Escocia obtendrá más libertad en la recaudación del impuesto sobre la renta y en otros ámbitos de la política fiscal.
– Fines de noviembre: La Cámara de los comunes del Reino Unido (Cámara baja) presentará en detalle las nuevas competencias para Escocia.
– 25 de enero 2015: La Cámara baja votará sobre el proyecto de la Ley de Escocia.
– 7 de mayo 2015: Elecciones parlamentarias en Reino Unido. Con la convocatoria del nuevo Parlamento entrará en vigor la nueva ley, que prevé ampliar poderes para el Parlamento de Escocia
– 5 de mayo 2016: Escocia elige un nuevo Parlamento regional.
– 2017: En caso de ser reelegido, David Cameron manifestó su intención de realizar en 2017 un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE). Si los británicos votan mayoritariamente por una salida, esto podría impulsar un nuevo movimiento nacional en la proeuropeísta Escocia.
Los ganadores
Tres líderes del bando contrario a la independencia emergen hoy como vencedores, aunque no indemnes, del rechazo de los escoceses a la independencia de Reino Unido en el referéndum celebrado el jueves.
DAVID CAMERON: Un «sí» de Escocia hubiese precipitado al desastre el mandato del Primer Ministro británico y hubiese arrojado dudas sobre su capacidad de gobernar la nación.
Camerón evitó asumir un papel destacado en la campaña a favor del «no», Better Together, ya que su partido conservador es muy impopular en Escocia. Pero cuando las encuestas apuntaban una posible victoria de los nacionalistas escoceses, Cameron realizó varios discursos indicando que Reino Unido se vería «seriamente mermada» sin los escoceses.
ALISTAIR DARLING: El ex canciller británico y líder de la campaña prounionista, Better Together, apoyó la campaña de los unionistas cuando apareció en dos debates televisados en agosto contra el líder de los independentistas escoceses, Alex Salmond.
Darling, un miembro del partido laborista, que representa a Edimburgo en Westminster, subrayó los riesgos e incertidumbres de la independencia y se consideró como el ganador del primer debate. Tras la consulta ha pedido la unidad.
GORDON BROWN: El exprimer ministro británico, un escocés, ha desempeñado un papel clave en la campaña prounionista. Tras perder las elecciones generales y dejar el cargo de primer ministro en 2010, el referéndum escocés ha convertido de nuevo a Brown en una celebridad política.
A él se le atribuye también gran parte del mérito de la campaña y se le señala como uno de los más ha hecho para salvar la unión.
CAMBIOS EN ESCOCIA
AP
Los votantes en Escocia rechazaron la independencia, pero los líderes de los tres principales partidos británicos han prometido a los escoceses más autonomía de la que tienen ahora. El primer ministro David Cameron dijo ayer que dará a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte más independencia del gobierno central. A continuación, cómo podrían cambiar las cosas.
EL REFERENDUM PASÓ. ¿NO TERMINA EL PROCESO?
No por ahora. Como parte del final de la campaña para salvar la unión, David Cameron y los líderes de otros partidos importantes prometieron una mayor autoridad financiera al parlamento escocés.
En un esfuerzo tardío para impulsar la campaña del «No», líderes de los partidos Conservador, Laborista y Demócrata Liberal prometieron dar al parlamento escocés «amplios nuevos poderes», incluyendo la capacidad de subir impuestos si fuese necesario para proteger el Servicio Nacional de Salud en Escocia.
¿QUÉ IMPACTO TIENE ESTO SOBRE EL RESTO DEL REINO UNIDO?
El coqueteo de Escocia con la independencia puso en relieve anomalías en la constitución británica. Mientras Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen sus propias normas para gestionar algunos problemas locales, Inglaterra está sujeta a la voluntad del Parlamento, y a los votos de legisladores de Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Hay algunos partidarios de dar al norte de Inglaterra cierto grado de libertad, y a Londres se le ha dado su propio alcalde y ayuntamiento.
Cameron dijo el viernes: «Ahora tenemos una oportunidad —una gran oportunidad— para cambiar la forma en que están gobernados los británicos, y cambiarla para mejor». Aunque ofreció pocos detalles, el primer ministro añadió: «Así como Escocia votará independientemente en el parlamento escocés sobre temas como impuestos, gastos y bienestar, también Inglaterra, también Gales e Irlanda del Norte deberían poder decidir sobre esos temas».
¿QUÉ PASARÁ AHORA CON ALEX SALMOND, EL PRIMER MINISTRO ESCOCÉS?
Cierto, el sueño de toda la vida de Salmond de llevar a Escocia a la independencia se ha roto en mil pedazos, y él reconoció que quizás se trató de una oportunidad única en una generación. Pero Salmond ya se ha recuperado antes de contratiempos. Su búsqueda unilateral de independencia inspiró a muchos escoceses. El mensaje es: no lo den por derrotado.