Aplicar la acción ejecutiva para pasar una política migratoria que afecta a cerca de la mitad de migrantes indocumentados en Estados Unidos, ha sido una decisión política agresiva del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pues ante la pasividad y el chantaje conservador usó su poder ejecutivo para romper el nudo.

Obama ha decidido que, basado en principios muy básicos de humanidad, se le puede brindar oportunidades a aquellos que no han cometido más delito que ingresar indocumentados, pero que son motores laborales que merecen recibir beneficios y certeza a cambio de la tranquilidad de no ser deportados y de pagar una justa carga tributaria.

La política es muchas veces el arte de retorcer elementales principios para que haya quienes puedan aceptar argumentos, que si se revisaran con total seriedad y frialdad, terminarían siendo descartados por la estupidez con la que han nacido.

Dijo el Presidente que Estados Unidos no puede ser una sociedad y un país que se dedique a arrancar a los niños de los brazos de sus padres. Pero ese argumento, por ejemplo, termina siendo incomprensible para la más conservadora rama republicana y del Tea Party que siempre han tenido esa doble cara, hipócrita y falsa postura hacia los hispanos.

Y vamos a concentrarnos en dos de ellos: El Speaker John Boehner y Ted Cruz. Para empezar, creemos que queda claro que ninguno de ellos dos tienen apellidos de alguno de los grupos de Nativos Americanos, por lo que en algún momento sus antepasados habrán sido migrantes y más pena para Cruz que tiene un apellido hispano.

Pero dice Boehner que Obama tomando una decisión ejecutiva está equivocado y que aunque no es un emperador parece que está actuando como uno. Lo que no se da cuenta Boehner es que nuestros países han quedado en condiciones de desventaja por irresponsables que no asumen las decisiones políticas que privilegien al ser humano. Más que Obama pareciendo un emperador, Boehner actúa como esos chantajistas del poder que tenemos en nuestros congresos latinoamericanos por medio de un liderazgo de destrucción en lugar de oposición.

Al fin de cuentas, millones de hispanos estarán beneficiándose de una orden ejecutiva que será el inicio de una forzada reforma para esos héroes que muchos solo ven como los motores de la economía, tanto de los Estados Unidos como de nuestros países. En el fondo son madres, padres, hijos que han tomado la decisión más difícil dejando su país y rompiendo sus familias. Y, para terminar, si a los extremistas conservadores no les gusta que Obama haga política, repetimos el pedido del Presidente: Pasen una ley. Gracias a quienes defienden a nuestros ciudadanos en el exterior porque es lo menos que merecen. Gracias Presidente Obama.

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