Walter Juárez Estrada
Entre luces y sombras Alejandro Giammattei, llega a su primer año de gestión. Al iniciar su segundo año de mandato tiene la obligación de reorganizar el gabinete, nombrando a ministros capaces que le den certeza al pueblo, que en las plazas públicas manifestó su inconformidad con el Congreso, al aprobar un presupuesto sin ser analizado y no designación de los magistrados de las Cortes y la creación del Centro de Gobierno para complacer a su “allegado” Miguel Martínez y aislar al vicepresidente Guillermo Castillo. Lo más urgente, por ahora, es reactivar la economía severamente golpeada por las restricciones de la pandemia y auxiliar a los miles de guatemaltecos de los departamentos que golpeó la furia de los dos fenómenos naturales que los dejaron en la pobreza.
Se ha criticado al Presidente, al no combatir a fondo la corrupción que si bien la heredó de sus antecesores, que es otra de las exigencias de los guatemaltecos, denunciado los saqueos en varios ministerios en el Micivi y en el Mides. Siendo ésta última dependencia que no tiene razón de funcionar pues está la SESAM, que ejerce funciones similares para ayudar a las personas en extrema pobreza. De no cumplir el mandatario con sus promesas se repetirán en las peticiones de renuncia y en los próximos meses se abrirá la polémica para la elección de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad, que cada entidad del Estado gremios profesionales, deben elegir a profesionales idóneos y honrados, romper con las viejas prácticas y mañas del pasado y darle al máximo Tribunal, de ser garante de defender la Constitución.
Giammattei fue criticado con la creación del Centro de Gobierno, una de las exigencias en las protestas populares, clausurado el 31 de diciembre; el millonario presupuesto que manejaba esa entidad, se traslade para mejorar a los hospitales e incrementar el salario de los profesionales de blanco que están en primera línea, como héroes y evitar la muerte por el virus que en Guatemala, desafortunadamente está por alcanzar la cifra de fallecidos de 5 mil.
El presidente había manifestado su interés de propiciar una campaña para que Guatemala, se saliera del Parlacen, suprimir la SAAS, sustituirla por el Estado Mayor Presidencial, pero su plan de gobierno, hubo de modificar el 13 de marzo, cuando se detectó el primer infectado por el Covid-19. Creó hospitales móviles para auxiliar a los infectados, pero creció el número de contaminados y los hospitales hasta hoy, no se dan abasto para socorrer a los infectados, el presupuesto millonario aprobado por el Congreso para paliar la crisis del virus se ha desviado a otros fines, lo que es un craso error, cuando hay miles que necesitan ayuda.
Al cumplir el Presidente, su primer año de gobierno, es recomendable una reingeniería y satisfacer las demandas populares para darle certeza a sus promesas, en caso contrario, el pueblo se volcará a las plazas demandando su renuncia. A mediados de año, se iniciará la campaña política con aspirantes presidenciales, diputados y alcaldes, que provocará un desgaste. Felicitamos al nuevo presidente de la APG Abraham Baca Dávila que tiene el compromiso que la máxima entidad de prensa del país, sea el pilar para defender la emisión del pensamiento.