CLEVELAND
Agencia (AP)
Su encarnizada rivalidad se ha terminado, reducida apenas a recuerdos.
Los Warriors y Cavaliers tuvieron algo especial: cuatro finales de la NBA que Steph Curry saboreará algún día. Algún día.
Pero por el momento, Curry y los Warriors no están listos para recordar.
Curry encestó nueve triples y anotó 42 puntos, Kevin Durant añadió 25 tantos y Golden State se enfrentó ayer a unos Cavaliers de Cleveland muy distintos a los que superó en la final de la NBA para su último título, y se impuso por 129-105.
Totalmente recuperado tras perderse 11 juegos por un tirón en la ingle, Curry anotó nueve puntos en menos de un minuto a mitad del último cuarto para ayudar a los Warriors a alejarse en el marcador y conseguir su octava victoria consecutiva sobre su acérrimo rival por el anillo de campeón. Terminó con nueve tableros y siete asistencias, y Durant atrapó 10 rebotes y repartió nueve asistencias.
Fue la primera visita de Golden State a Cleveland desde junio, cuando los Warriors barrieron en cuatro partidos a los Cavs para conquistar su tercer campeonato en cuatro años.
Nada pareció lo mismo en el Quicken Loans Arena.
Fue el primer duelo entre los dos equipos desde que los Cavaliers perdieron a LeBron James durante el verano como agente libre. El equipo está empezando de cero luego de cuatro campeonatos consecutivos en la Conferencia Este. Cleveland tampoco pudo contar con el lesionado ala-pívot Kevin Love, el alero J.R. Smith está en una pausa forzada y el equipo recién transfirió a Kyle Korver.
Tristan Thompson, uno de los pocos que quedan de aquella escuadra poderosa de Cleveland, tuvo 19 rebotes y 14 puntos. El novato Collin Sexton terminó con 20 tantos.
