POR CHRISTIAN GUTIÉRREZ
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A sus 52 años, Mónica López, más conocida como la “Chilindrina guatemalteca”, se ve obligada a salir a las calles junto a su familia para pedir ayuda y sobrevivir a la crisis que ha dejado la pandemia del coronavirus Covid-19 en el país.
López es dueña del circo Mónaco Hermanos López y López desde hace más de 20 años. Creció en una familia circense y esa ha sido su profesión desde pequeña.
Mónica adoptó el papel de la Chilindrina desde los años ochenta como un sueño que había tenido desde niña. Tras la muerte de su papá, tuvo que reinventar el papel del personaje mexicano y hacerlo propio, el cual le ayudo a hacer una de las mayores atracciones del espectáculo.
El personaje fue algo que siempre soñó desde que tuvo la oportunidad de conocer a María Antonieta de las Nieves en una presentación que ofrecieron junto a su familia hace más de 30 años.
A pesar de tener toda una vida en el circo, Mónica cuenta que no es fácil ser “nómada” en Guatemala, pues los circenses no siempre son bien recibidos en los lugares en los que instalan su carpa y en ocasiones los intentan sacar sin que puedan montar su carpa de circo.
Esta estigmatización hacia su familia circense no ha impedido que su espectáculo haya recorrido varios de los departamentos del país, pero fue la llegada del coronavirus cuando realmente empezaron a afrontar mayores dificultades económicas.
“La vida del circo es muy bonita, uno va conociendo muchas amistades de pueblo en pueblo, distintos ambientes… cuando uno se queda en un solo terreno y ya no haya las horas de irse, uno es descendiente de gitanos y eso nos hace ir caminando”, narra López durante una entrevista concedida a La Hora en su casa rodante.
SE TERMINARON LAS PRESENTACIONES
Tras las disposiciones presidenciales en el país, sobre las restricciones de eventos masivos por el brote de COVID-19 en marzo del año pasado, el circo de los Hermanos López se vio obligado a cerrar y dejar de percibir los ingresos económicos por cada presentación.
La situación empeoró al pasar las semanas y Mónica tuvo que actuar para hacerle frente a las dificultades.
“Decidimos salir a los semáforos porque no nos quedaba de otra, tuvimos que aprovechar al personaje (la Chilindrina) y la gente nos colabora con lo que su corazón desee para traer sustento a nuestras familias”, cuenta Mónica.
Mónica y su grupo familiar, viven actualmente en sus casas rodantes en un terreno en San José Villa Nueva, lugar en el que se quedaron varados debido a la situación de movilidad por el coronavirus.
Salir a la calle vestida de la chilindrina, junto a dos miembros de su familia les ha estado ayudando a tener una pequeña fuente de ingresos para cubrir los gastos necesarios del hogar.
BUSCA A DUEÑO DEL TERRENO
La familia López actualmente se encuentra sin poder montar la carpa de circo porque no tienen certeza del lugar en el que están viviendo.
Mónica cuenta que desde que se quedaron en el terreno han aparecido distintos dueños del lugar y le han cobrado por permanecer en este espacio.
A decir de López, esto se está volviendo complicado porque teme de estar pagando una renta a personas que no sean dueñas del espacio y que en cualquier momento pueda ser desalojada.
Mónica dice que estaría “agradecida si apareciera el dueño del terreno”, para que les apoyara por un tiempo más para seguir sobreviviendo, esperando puedan continuar con su espectáculo próximamente.
Si desea contactar a la familia López para brindar ayuda o alguna información puede hacerlo al número 5223-5209.
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