La Autoridad de Aviación Civil de Turquía anunció hoy que dejará de vender boletos de avión a ciudadanos iraquíes, sirios y yemeníes que quieran viajar a Bielorrusia, que en los últimos meses se ha convertido en el destino de muchos migrantes y refugiados que quieren entrar a la Unión Europea.
Las autoridades comunitarias habían aumentado la presión sobre las aerolíneas para que dejen de llevar a ciudadanos de Oriente Medio a Minsk, la capital bielorrusa, desde donde los solicitantes de asilo que buscan una vida mejor pueden viajar en auto hasta la frontera del bloque.
Miles de personas han logrado cruzar de forma ilegal en Polonia, Lituania y Letonia — tres socios de la UE — desde el verano, aunque muchos miles más han sido detenidos y expulsados.
En un breve comunicado publicado en Twitter, la entidad turca explicó que la medida estará en vigor hasta nueva orden.
Citando la decisión de Turquía, la aerolínea bielorrusa Belavia dijo que no embarcará a ciudadanos de Irak, Siria y Yemen en sus vuelos entre Estambul y Minsk a partir del viernes y que devolverá el importe de los boletos ya adquiridos.
Las autoridades polacas señalaron que un gran número de personas seguían esperando al otro lado de la frontera con Bielorrusia para cruzar mientras las fuerzas de seguridad polacas siguen frenando sus intentos de ingresar al país. Según la Guardia Fronteriza, el jueves se registraron 223 intentos, menos que a principios de semana.
Las autoridades comunitarias y polacas han acusado al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, de facilitar los cruces fronterizos ilegales en respuesta a las sanciones impuestas por Bruselas a su gobierno por la brutal represión de la disidencia interna luego de su polémica reelección el año pasado.