El total de muertos a causa de deslaves e inundaciones graves que impactaron Turquía subió a 44, informó hoy la agencia de gestión de desastres y emergencias del país.
Lluvias torrenciales golpearon las provincias en la costa del mar Negro de Bartin, Kastamonu, Sinop y Samsun el miércoles, derribaron viviendas y al menos cinco puentes, arrastraron vehículos y bloquearon varias vialidades. La agencia de desastres AFAD indicó que 36 personas murieron en Kastamonu, siete en Sinop y una en Batin.
Nueve personas siguen hospitalizadas en Sinop, según la agencia. Algunos residentes en Kastamonu publicaron en redes sociales que hay cientos más desaparecidos, información que también difundió un legislador de la oposición. Sin embargo, la gobernación provincial dijo el viernes que los reportes de aproximadamente 250 cuerpos no identificados son falsos.
Equipos de rescate y sabuesos seguían con la complicada tarea de intentar ubicar a residentes. AFAD dijo que 5.820 empleados, 20 perros, 20 helicópteros y dos aviones de búsqueda estaban en los lugares afectados.
Antes, durante y después de las inundaciones, unas 2.250 personas fueron desalojadas de la región, algunas por helicópteros desde techos. Muchas de ellas se albergaban temporalmente en dormitorios de estudiantes, informaron las autoridades.
Al otro lado del Mar Negro, en la región de Krasnodar en el sur de Rusia, lluvias intensas provocaron inundaciones que obligaron a evacuar a más de 1.500 personas, dijeron las autoridades.
Las inundaciones afectaron más de 1.400 viviendas, y 108.000 habitantes de 11 poblaciones se quedaron sin luz.
Los meteorólogos dicen que el cambio climático provocado por el consumo de carbón, petróleo y gas natural es la causa más probable de fenómenos extremos como olas de calor, sequías, incendios, inundaciones y tormentas. Se prevé que tales calamidades ocurran cada vez con mayor frecuencia.
Sin embargo, expertos en Turquía indican que la interferencia con los ríos y la construcción inapropiada también contribuyen al extenso daño causado por las inundaciones.
Los geólogos señalan que la construcción redujo el lecho del río y el terreno inundable circundante del arroyo Ezine en distrito Bozkurt de Kastamonu, en donde el daño fue más severo, de 400 metros (1.312 pies) a 15 metros (49 pies). Edificios residenciales fueron construidos frente al río.