Por NICK PERRY
WELLINGTON, Nueva Zelanda
Agencia (AP)
Los legisladores de Nueva Zelanda aprobaron una ley histórica que considera al aborto como un problema de salud en lugar de un crimen, como hasta ahora.
Hasta la votación del miércoles, el procedimiento estaba regulado bajo la Ley de Delitos, que exigía que las mujeres demostraran a un médico que su embarazo presentaba un peligro para su salud física o mental antes de poder abortar.
El ministro de Justicia, Andrew Little, dijo que el requisito obligaba a la mayoría de las mujeres a mentir sobre su salud mental y causaba demoras innecesarias que aumentaban los riesgos a la salud.
La nueva ley elimina estos obstáculos y permite que mujeres con hasta 20 semanas de embarazo puedan abortar y, quienes superan ese periodo, también puedan hacerlo, pero con la aprobación de un profesional de la salud.
La ley fue aprobada con 68 votos a favor y 51 en contra.
El legislador conservador Simeon Brown, quien se opuso a la ley, dijo que un nonato tiene latidos y sienten dolor, por lo que debería considerarse como una persona con derecho a recibir un trato digno y respetuoso.
Jackie Edmond, presidenta de Family Planning, el principal canalizador de mujeres a servicios de aborto de Nueva Zelanda, dijo que estaba satisfecha con la votación y que finalmente se estaba confiando en las mujeres para que tomen sus propias decisiones de salud.
«Es fantástico que el Parlamento haya atendido algo que debió atenderse hace 40 años», dijo Edmond.
Sparrow dijo que la ley se demoró tanto porque la gente lograba se sacaba la vuelta y porque a los legisladores les preocupaban las consecuencias políticas de abrir el debate.
Eso cambió cuando Jacinda Ardern fue elegida primera ministra en 2017 y cumplió con su promesa de campaña de poner el tema a votación.