Según el OSAR 2,325 embarazos fueron en niñas de 10 a 14 años, mientras que en adolescentes de 15 a 19 años se registraron 47,606. Foto: La Hora/Archivo.

MADRID
Agencia dpa / (Europa Press)

Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia, junto con un equipo de trabajo internacional, han descubierto la relación entre la duración del embarazo y los cambios químicos producidos en el ADN de bebés recién nacidos, en un estudio publicado en Genome Medicine.

Los expertos analizaron esta relación en más de 6.000 recién nacidos y observaron que, por cada semana más de embarazo, se detectaban cambios en la metilación del ADN en miles de genes de la sangre del cordón umbilical.

«Nuestros nuevos hallazgos indican que estos cambios en el ADN pueden influir en el desarrollo de los órganos fetales», ha señalado el primer autor del estudio y estudiante de doctorado en el departamento de Ciencia y Educación Clínica del Instituto Karolinska, Simon Kebede Merid.

En este sentido, y si bien la mayoría de las metilaciones de ADN observadas al nacer tienden a no persistir en la infancia, en el 17 por ciento de los casos analizados los niveles fueron estables desde el nacimiento hasta la adolescencia.

«Ahora tenemos que investigar si los cambios en el ADN están relacionados con los problemas de salud de los nacidos prematuramente», ha destacado el profesor Erik Melén, del mismo departamento.

El parto prematuro afecta a entre el 5 y 10 por ciento de niños en el mundo y la mayoría se desarrollarán y crecerán de forma normal, aseguran los expertos. No obstante, el parto prematuro también se relaciona con enfermedades pulmonares, problemas oculares y trastornos del desarrollo neurológico, sobre todo en los casos muy prematuros.

Esto se explica porque durante el período fetal los procesos epigenéticos (la modificación química del ADN) controlan su desarrollo y crecimiento. Uno de estos factores epigenéticos es la metilación del ADN, que va a influir en el grado de activación del gen y la cantidad de proteína formada.

«Esperamos que nuestros nuevos hallazgos aporten un valioso conocimiento sobre el desarrollo fetal y, a largo plazo, nuevas oportunidades para una mejor atención de los bebés prematuros para evitar complicaciones y efectos adversos para la salud», ha concluido Erik Melén.

Artículo anteriorLa tecnología LIDAR desvela los secretos de la autopista de los mayas
Artículo siguienteLos microplásticos, nuevo hogar de los microbios en el Caribe