MADRID
Agencia dpa / (Europa Press)
Un equipo de investigadores del Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania ha estimado la ingesta total de aluminio en diferentes grupos de edad (bebés, niños y adolescentes, así como adultos), y ha llevado a cabo una evaluación de riesgos. En su trabajo, piden reducir la presencia de aluminio a través de sus distintas procedencias para minimizar los posibles riesgos para la salud.
Según múltiples estudios científicos, una alta ingesta de compuestos de aluminio puede causar, entre otras cosas, trastornos neurotóxicos del desarrollo, así como daños en los riñones, el hígado y los huesos. El aluminio se puede ingerir de varias fuentes, como alimentos, productos cosméticos como antitranspirantes y pasta de dientes, materiales de contacto con alimentos como menús de aluminio sin recubrimiento o bandejas de horno y medicamentos.
Los investigadores han basado su evaluación de la ingesta de aluminio de la población a partir de los alimentos en los últimos datos de consumo y concentración en los alimentos. Los datos de consumo se recogen a través de encuestas de consumidores y proporcionan información sobre qué alimentos y en qué cantidad son consumidos por los diferentes grupos de consumidores. Los datos de concentración muestran las concentraciones medias de aluminio en las diferentes categorías de alimentos y productos.
Para la evaluación de riesgos de la ingesta de aluminio, han utilizado la ingesta semanal tolerable derivada de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que está fijada en 1 miligramo de aluminio por kilogramo de peso corporal.
Según sus hallazgos, la ingesta de aluminio a partir de los alimentos es menor en comparación con estudios anteriores. Los alimentos siguen siendo una fuente relevante, pero «ya no son la principal fuente de ingesta de la población». Si se tienen en cuenta otras fuentes de ingesta de aluminio, como los productos cosméticos que contienen aluminio y los materiales no recubiertos que entran en contacto con los alimentos, la ingesta total «puede llegar o incluso superar la ingesta semanal tolerable para todos los grupos de edad».
CONSEJOS DE LOS INVESTIGADORES
Los responsables del trabajo, que se han publicado en la revista Open Agrar, recomiendan reducir la ingesta de aluminio, a través de medidas como utilizar con moderación los antitranspirantes y la pasta de dientes que contiene aluminio. En lo que respecta a la alimentación, recomiendan una dieta variada, así como alternar productos y marcas. «Esto puede contribuir a reducir el riesgo de una ingesta de aluminio permanentemente alta, causada por productos individuales altamente contaminados», indican.
También aconsejan, por otros motivos, amamantar exclusivamente a los bebés durante los primeros seis meses de vida, si es posible. Por lo general, desaconsejan la preparación y el almacenamiento de alimentos ácidos y salados en artículos de aluminio no recubiertos o en papel de aluminio. «Si se reducen las fuentes de ingesta mencionadas y evitables, no se espera que la mayoría de los consumidores sufran ningún efecto adverso para la salud», tranquilizan.
A los fabricantes, piden que «tomen las medidas adecuadas» para reducir la cantidad de aluminio en los alimentos, como, por ejemplo, el uso de materias primas con bajo contenido de aluminio o materiales revestidos para el procesamiento y el envasado de alimentos.