Síndrome del niño hiperregalado. FOTO LA HORA: VITHAS / EUROPA PRESS/DPA.

MADRID
Agencia dpa/ (Europa Press) –

El psicólogo del Hospital Vithas Valencia Consuelo, Javier Mota Palanca, ha destacado la importancia de la relación emocional con los hijos para entender el «síndrome del niño hiperregalado», especialmente en la época de Navidad.

«La clave está en la relación emocional que existe entre padres e hijos. Es cierto que puede tener un efecto contraproducente en los niños recibir un exceso de regalos. Es el síndrome del niño hiperregalado. Por un lado, acaban tan saturados de regalos que hay pérdida de ilusión pues solo valoran la cantidad, y por otro lado si reciben siempre lo que quieren acabamos convirtiéndolos en tiranos insatisfechos que se frustran y entran en ira cuando no consiguen lo que desean en un momento en concreto», ha dicho.

A su juicio, lo importante es la relación emocional entre padres e hijos en la cual los progenitores deben ser conscientes de que no pueden proyectar en sus hijos sus propias carencias afectivas o sentimientos de culpabilidad sobre su labor en la crianza. «Estos dos aspectos unidos a la dinámica consumista de la sociedad, el estrés y el ritmo de vida de los padres pueden llegar a convertir al hijo en su majestad el niño», ha apostillado.

Además, ha avisado de que este exceso de regalos no les hace «ningún favor» porque les transmite unos valores negativos, como dar poco o ningún valor a las cosas, pensar que todo es fácil de conseguir y que no necesitan esforzarse para obtener lo que desean. «En consecuencia, tenemos niños consumistas y caprichosos, que solo dan importancia a lo material. Una actitud que los acompañará cuando sean adultos, y se reflejará en todas las facetas de su vida», ha agregado Mota.

Por otra parte, el profesional ha hecho hincapié en las nuevas tecnologías, asegurando que se las carga de negatividad o de no favorecer el desarrollo del niño y, en el fondo, si eso ocurre así es porque de base está fallando la relación emocional entre los miembros de la familia.

«Se trata de un tema puramente emocional. Los niños no tienen la madurez suficiente y piden sin control empujados además por una publicidad constante dirigida exclusivamente a ellos, y ahí juegan un papel fundamental los padres o tutores legales», ha recalcado.

Finalmente, el psicólogo ha aconsejado a los padres poner «límites coherentes» a la situación y acompañarles en el momento de no poder cumplir todos sus deseos. De esa forma, apostillado, ayudándoles a desbloquearse de esa rabia y frustración, aprenderán a gestionar emociones.

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