Dos ballenas jorobadas en el Océano Antártico. Foto la hora: Duke Marine Robotics and Remote Sensing Lab vía AP)

Por MALCOLM RITTER
NUEVA YORK
AGENCIA (AP)

Las ballenas son grandes, pero ¿por qué no son más grandes? Un nuevo estudio dice que ello se debe en esencia a cuántas calorías pueden ingerir.

Esa es la conclusión de los investigadores que se desplazaron en botes pequeños para perseguir a 300 ballenas de diversas especies en todo el mundo. Utilizaron un poste largo para colocarle sensores a estos mamíferos por medio de ventosas, lo que les permitió registrar lo que los animales hacían al sumergirse en busca de alimento.

Los resultados dejan entrever que el tamaño del cuerpo es regulado por la forma en que las ballenas capturan a sus presas y qué tanto alimento hay disponible, reportaron investigadores ayer en la revista Science.

El estudio incluyó a 90 ballenas azules, el animal más grande que jamás haya habitado el planeta. Los cálculos sobre el tamaño varían, pero la Sociedad Estadounidense de Cetáceos dice que las ballenas azules pueden crecer unos 30 metros (100 pies) de longitud y pesar más de 91 mil kilos. El texto también incluyó a la ballena más grande con dientes, el cachalote, que puede alcanzar unos 18 metros (60 pies) de largo, señaló el grupo.

Cuando las ballenas con dientes cazan, capturan una presa a la vez, buscándolas en las turbias profundidades con una detección similar a la de un sonar. El estudio halló que, a mayor tamaño corporal de esas ballenas, se vuelven cada vez menos eficientes en su cacería, recuperan menos calorías a partir de lo que comen por caloría quemada en cada inmersión. Eso se deriva de los límites en la disponibilidad de presas.

«Parece que no es posible ser mucho más grande que un cachalote» cuando se caza en la forma en que lo hace, dijo Nicholas Pyenson del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, que participó en la investigación.
La ballena azul puede ser más grande porque se alimenta de una forma muy distinta y altamente eficiente, señaló el estudio. Abre su boca ampliamente y traga un volumen inmenso de agua, incluso mayor que el tamaño de su cuerpo, mientras nada. Luego cierra la boca y deja escapar el agua a través de un filtro similar a un colador, que atrapa enormes cantidades de creaturas similares a camarones llamadas krill.

Eso «les permite aprovechar un recurso muy amplio y alimenticio de presas en poco tiempo», dijo Jeremy Goldbogen de la Universidad de Stanford, otro investigador. «Obtienen mucho a cambio de su esfuerzo».

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