El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández. FOTO LA HORA. AP.

Por MAURICIO SAVARESE
SAO PAULO
Agencia (AP)

Los mandatarios de las naciones que integran el Mercosur expresaron su preocupación por el futuro del bloque comercial.

Presidentes, vicepresidentes y ministros de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se reunieron en la ciudad brasileña de Bento Goncalves.

Las primeras dudas respecto a la sobrevivencia de Mercosur surgieron cuando el presidente brasileño Jair Bolsonaro expresó su desaprobación a la elección del izquierdista Alberto Fernández como presidente de Argentina.

Fernández, quien será juramentado el martes, es crítico del principal logro del bloque en épocas recientes: el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea que fue anunciado a principios de año. Dijo que quiere revisar las negociaciones.

Sin embargo, la fortaleza del Mercosur también se ve cuestionada tras años de batallas económicas en Brasil y Argentina, los principales motores de Sudamérica.

El presidente argentino saliente, el conservador Mauricio Macri, dijo que el bloque debería avanzar con el acuerdo comercial con la UE y buscar otras oportunidades.

«No debemos dar por sentado aquello que tanto nos costó conseguir», dijo Macri.

Bolsonaro, de quien no se espera su asistencia a la juramentación de Fernández, dijo que el Mercosur «no puede perder tiempo» con más puntos muertos políticos.

«Tampoco podemos aceptar reveses ideológicos», agregó.

La vicepresidenta saliente de Uruguay, Lucía Topolansky, dijo que «el Mercosur no es un paraíso ni una isla de la fantasía» en plena crisis política que ha golpeado a Sudamérica este año.

«Son varios los países en la región sacudidos por protestas sociales, crisis políticas, conflictos institucionales y hasta golpes de Estado con todo lo que ello significa en términos de quebrantos económicos, pérdidas materiales y, lo que es más grave aún, violaciones a los derechos humanos», dijo.

Los problemas sudamericanos más discutidos fueron la confrontación política en Venezuela entre el presidente socialista Nicolás Maduro y el líder de la oposición Juan Guaidó, así como el nuevo gobierno de Bolivia, formado después de que el expresidente Evo Morales fuera obligado a renunciar tras una elección disputada.

Chile, Perú, Colombia y Ecuador también han tenido protestas callejeras animadas por una deficiente gobernanza, corrupción y medidas de austeridad.
El presidente paraguayo Mario Abdo, quien tomará de Brasil la presidencia rotativa de Mercosur, dijo que las democracias de Sudamérica están en una época de dificultades y desafíos.

«Tenemos que esforzarnos en el combate a la corrupción, a la impunidad, para recuperar la confianza de nuestra gente», dijo Abdo. «Tenemos el gran compromiso de vigorizar nuestras democracias, mejorar nuestras democracias con más democracia y no con anarquía».

Sin caer en la cuenta de que su micrófono estaba encendido, Bolsonaro sugirió en broma que él mantuviera la presidencia de Mercosur más allá del periodo de seis meses que terminó.

«Quiero continuar como presidente, ¿no puedo organizar un golpe de Estado o sí?», le preguntó a Abdo. «Cuando pierden, dicen que fue un golpe de Estado. Es impresionante, ¿no?».

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