Por MARCIA DUNN
CABO CAÑAVERAL, Florida, EE. UU.
Agencia (AP)
La sonda solar Parker de la NASA está sorprendiendo a los científicos con unas vistas inusualmente próximas de nuestra estrella.
Los científicos publicaron los primeros resultados de la misión. Observaron explosiones de partículas de energía nunca vistas antes a una escala tan pequeña, además de reversiones similares a cambios en el campo magnético que parece dominar el viento solar.
Nicola Fox, de la NASA, comparó este inesperado fenómeno de retroceso con el restallido de un látigo.
«Son sorprendentes y es difícil no pensar que, de algún modo, son importantes en todo el problema», señaló Stuart Bale, de la Universidad de California, Berkeley, que formó parte del equipo.
Los investigadores dijeron también que por fin tienen evidencia sobre la existencia de una zona libre de polvo en torno al sol. Más lejos, hay tanto polvo provocado por la vaporización de cometas y asteroides que uno de los 80 pequeños visores de un instrumento fue perforado por un grano antes este año.
«No puedo decir que no estemos preocupados por la sonda. Es decir, la sonda está atravesando un ambiente que no habíamos estado nunca antes», explicó Fox.
Lanzada en 2018, la sonda Parker se ha acercado a 25 millones de kilómetros (15 millones de millas) del sol y se aproximará cada vez más, hasta los 6 millones de kms (4 millones de millas) en los próximos seis años. Ha completado tres de las 24 orbitas del sol y se sumergió en su corona o atmósfera superior. El objetivo de la misión es arrojar luz sobre algunos de los misterios que rodean al astro.
Los hallazgos publicados en la revista Nature se realizaron durante una fase de actividad solar relativamente tranquila.
«Estamos empezando apenas a arañar la superficie», dijo David McComas, científico de la Universidad de Princeton que está a cargo de uno de los instrumentos de la nave.
A medida que la sonda se acerque más a su objetivo, el sol pasará por una fase activa «por lo que podemos esperar resultados incluso más emocionantes pronto», escribió Daniel Verscharen, del University College de Londres, en un editorial en la revista. Verscharen no forma parte de la misión.