Investigadores han aplicado por primera vez con éxito la terapia con bacteriófagos (fagos) en ratones modelo de la enfermedad hepática relacionada con el alcohol. Los fagos son virus que destruyen específicamente las bacterias. FOTO LA HORA: UC SAN DIEGO HEALTH SCIENCES / EUROPA PRESS/DPA.

MADRID
Agencia dpa / (Europa Press) –

Un equipo internacional de investigadores, del King’s College de Londres y la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego, ha aplicado por primera vez con éxito la terapia con bacteriófagos (fagos) en ratones modelo de la enfermedad hepática relacionada con el alcohol. Los fagos son virus que destruyen específicamente las bacterias.

En un artículo publicado en Nature, el equipo descubrió que los pacientes con hepatitis alcohólica severa tenían un alto número de bacterias intestinales destructivas y que podían usar un cóctel preciso de fagos para atacar y matar la bacteria, erradicando la enfermedad.

Descubrieron que con esta enfermedad, las células hepáticas son dañadas por una toxina llamada citolisina, secretada por ‘Enterococcus faecalis’, un tipo de bacteria que generalmente se encuentra en cantidades bajas en el intestino humano sano.

Y comprobaron que las personas con hepatitis alcohólica tienen más ‘E. faecalis’ productoras de citolisina en sus intestinos que las personas sanas. Cuanto más presente es ‘E. faecalis’, más grave es su enfermedad hepática.

Utilizando muestras recolectadas de pacientes, los investigadores encontraron que casi el 90 por ciento de los pacientes con citolinas positivas con hepatitis alcohólica murieron dentro de los 180 días posteriores al ingreso hospitalario, en comparación con aproximadamente el 4 por ciento de los pacientes con citolisina negativos.

Para investigar el potencial de la terapia con fagos, los investigadores aislaron cuatro fagos diferentes que se dirigen específicamente a ‘E. faecalis’ productora de citolisina. Cuando trataron a los ratones con estos, las bacterias fueron erradicadas y se acabó con la enfermedad hepática inducida por el alcohol. Los fagos de control que se dirigen a otras bacterias o ‘E. faecalis’ no citolíticas no tuvieron efecto.

La investigadora Debbie Shawcross, profesora de Hepatología e insuficiencia hepática crónica en el King’s College de Londres, recuerda que «la enfermedad hepática crónica es responsable de 1,2 muertes en todo el mundo. Es la tercera causa más importante de mortalidad prematura y pérdida de la vida laboral detrás de las enfermedades cardíacas y las autolesiones.

Actualmente, la hepatitis alcohólica grave se trata con mayor frecuencia con corticosteroides, pero no suelen ser efectivos. El trasplante temprano de hígado es la única cura, pero solo se ofrece en centros médicos seleccionados a un número limitado de pacientes.

Con el aumento de las infecciones resistentes a los antibióticos, los investigadores han centrado su atención en el desarrollo de la terapia con fagos. En casos limitados, los pacientes con infecciones bacterianas resistentes a múltiples fármacos potencialmente mortales han sido tratados con éxito con terapia de fagos experimental después de que todas las otras alternativas se hayan agotado.

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