MADRID, 15 Oct. 2019 (Europa Press) –
Una nueva investigación ha demostrado que la apnea severa del sueño es un factor de riesgo para desarrollar edema macular diabético, una complicación de la diabetes que puede causar pérdida de visión o ceguera que, a su vez, también es más difícil de tratar en pacientes con apnea severa del sueño.
Si bien la investigación anterior mostró una conexión débil entre las dos patología, está aumentando la evidencia de que la apnea del sueño exacerba la enfermedad ocular subyacente, según los investigadores, que presentan su estudio hoy enmla 123ª Reunión Anual de la Academia Americana de Oftalmología.
Cuando las personas con diabetes tienen un control deficiente sobre sus niveles de azúcar en la sangre, los pequeños vasos sanguíneos de la parte posterior del ojo pueden dañarse. Esta enfermedad se llama retinopatía diabética.
A veces, pequeñas protuberancias sobresalen de los vasos sanguíneos, filtrando líquido y sangre hacia la retina. Este líquido puede causar hinchazón o edema en un área de la retina que nos permite ver con claridad.
En la apnea del sueño la caída de oxígeno parece desencadenar una serie de cambios en el cuerpo que pueden desempeñar un papel en la lesión de los vasos sanguíneos. Las personas con apnea del sueño corren el riesgo de desarrollar hipertensión, ataques cardíacos, derrames cerebrales y diabetes tipo 2.
Ahora los investigadores creen que la apnea del sueño puede contribuir al desarrollo y empeoramiento de la retinopatía diabética al aumentar la resistencia a la insulina, elevar la inflamación y subir la presión arterial, todo lo cual puede dañar los vasos sanguíneos en la parte posterior del ojo.
Para obtener más información, el investigador principal, el doctor Juifan Chiang, y sus colegas analizaron los datos de todos los pacientes diagnosticados con retinopatía diabética durante un período de 8 años en el Hospital Chang Gung Memorial en Taiwán.
Descubrieron que la tasa de apnea severa del sueño era significativamente mayor en pacientes con edema macular diabético en comparación con aquellos sin edema macular diabético (80.6 por ciento frente a 45.5 por ciento). También descubrieron que cuanto peor era su apnea del sueño, peor era su edema macular.
La apnea severa del sueño también fue más frecuente en pacientes que necesitaban más tratamiento para controlar su edema macular. Estos pacientes requirieron tres o más tratamientos de terapia médica o láser.
«En base a estos resultados, esperamos que más profesionales médicos aborden la apnea del sueño como un factor de riesgo para el edema macular diabético –señala el doctor Chiang–. Esto podría permitir una intervención médica más temprana para que los pacientes puedan mantener una mayor visión y preservar su salud general tanto como sea posible».