Por LINDSEY TANNER
CHICAGO
Agencia (AP)
La nutrición de los estadounidenses ha mejorado levemente pero sigue dominada por ingredientes que causan males cardíacos, diabetes, obesidad y otras enfermedades, indica un estudio.
Los expertos estiman que el índice de buena nutrición con respecto a 16 años atrás subió muy levemente, de 56 a 58 puntos (el máximo es 100).
La dieta de los norteamericanos sigue demasiado tolerante de elementos nocivos, estimó Fang Fang Zhang, uno de los autores del estudio y especialista en nutrición de la Universidad de Tufts cerca de Boston.
El estudio fue publicado en la revista especializada Journal of the American Medical Association. Se basa en un análisis de sondeos de las autoridades de salud estadounidenses entre 1999 y 2016, hechas a 44 mil adultos.
«A pesar de las mejoras notadas, persisten importantes desafíos” escribieron los autores.
Entre esos desafíos están: comer menos comida chatarra, hot dogs, carne, mantequilla y otras comidas grasas. Las grasas conforman ahora 12% de la dieta diaria, un alza con respecto a 11,5% y por encima del 10% recomendado.
Y si bien hubo una disminución ínfima en el consumo de azúcar artificial, de 16% a 14%, sigue siendo demasiado alto. El gobierno recomienda que menos del 10% de la dieta diaria provenga de azúcar artificial. Los expertos sospechan que la baja se debió a una menor oferta de bebidas azucaradas, pero Zhang señala que muchas veces el azúcar está incluido en comidas que ni siquiera son dulces, como el yogurt o la salsa de tomate.
Las frutas, nueces, la avena y otros granos son las comidas que los adultos consumieron un poco más. Aun así fueron menos del 5% de las calorías diarias en el 2016, determinó el estudio.
La ingestión de sal disminuyó levemente y una baja menor en el consumo de jugos de frutas contribuyó a menos carbohidratos vacíos. Pero estos elementos siguen comprendiendo el 42% de las calorías diarias incluso de alimentos procesados como pan blanco, estimó Zhang.
El estudio se basa en sondeos personales de hábitos de salud realizados cada dos años en los que se le preguntaba a cada persona qué comieron en las 24 horas previas. A partir del 2003 se le hizo esa pregunta a cada persona dos veces por día, cada tantos días.
El estudio menciona categorías alimenticias en vez de comidas individuales; por ejemplo «granos integrales» en lugar de avena o «granos refinados» en lugar de pan blanco. Pero Zhang destacó que esas dos comidas están entre las más comunes en la dieta norteamericana.
Las directrices de salud estadounidenses mencionan “buenas costumbres alimenticias” para combatir la posibilidad de contraer alguna enfermedad crónica. Recomiendan comer comidas ricas en nutrientes como frutas, vegetales, granos integrales, productos lácteos libres de grasa; en cuanto a proteínas, recomiendan pescados, mariscos, pollos, carne blanca y huevos.
En los años en que se realizó el estudio, la tasa de diabetes casi se duplicó a más de 7% y aumentó la tasa de obesidad: el 70% de la población adulta estadounidense está excedida de peso o es obesa. Los males cardiacos siguen siendo la principal causa de decesos.
Aparte de lo que haga cada individuo, es clave también que la industria alimenticia coopere reduciendo el contenido de azúcar y grasa en sus productos, dice el estudio.