MADRID
Agencia dpa / (Europa Press)
Científicos de Harvard han demostrado un tamaño crítico por debajo del cual un planeta nunca puede ser habitable, aunque se encuentre en la zona con una distancia a su estrella que permita el agua líquida.
Los investigadores encontraron que el tamaño crítico es aproximadamente el 2.7 por ciento de la masa de la Tierra. Si un objeto es más pequeño que el 2.7 por ciento de la masa de la Tierra, su atmósfera escapará antes de que tenga la oportunidad de desarrollar agua líquida superficial, similar a lo que sucede hoy en día con los cometas. Para poner esto en contexto, la luna es el 1.2 por ciento de la masa de la Tierra y Mercurio es el 5.53 por ciento.
Los investigadores también pudieron estimar las zonas habitables de estos pequeños planetas alrededor de ciertas estrellas. Se modelaron dos escenarios para dos tipos diferentes de estrellas: una estrella de tipo G como nuestro propio sol y una estrella de tipo M inspirada en una enana roja en la constelación de Leo.
El efecto invernadero desbocado ocurre cuando la atmósfera absorbe más calor del que puede irradiar hacia el espacio, evitando que el planeta se enfríe y eventualmente provocando un calentamiento imparable que finalmente convierte sus océanos en vapor.
Sin embargo, algo importante sucede cuando los planetas disminuyen de tamaño: a medida que se calientan, sus atmósferas se expanden hacia afuera, volviéndose más y más grandes en relación con el tamaño del planeta. Estas grandes atmósferas aumentan tanto la absorción como la radiación del calor, permitiendo que el planeta mantenga mejor una temperatura estable. Los investigadores encontraron que la expansión atmosférica evita que los planetas de baja gravedad experimenten un efecto invernadero desbocado, lo que les permite mantener el agua líquida en la superficie mientras orbitan más cerca de sus estrellas.
Pero cuando los planetas se vuelven demasiado pequeños, pierden sus atmósferas por completo y el agua superficial líquida se congela o se vaporiza. Los investigadores demostraron que hay un tamaño crítico por debajo del cual un planeta nunca puede ser habitable, lo que significa que la zona habitable está limitada no solo en el espacio, sino también en el tamaño del planeta.
Los investigadores resolvieron otro viejo misterio en nuestro propio sistema solar. Los astrónomos se han preguntado durante mucho tiempo si las lunas heladas de Júpiter, Europa, Ganímedes y Calisto serían habitables si aumentara la radiación del sol. Según esta investigación, estas lunas son demasiado pequeñas para mantener el agua líquida superficial, incluso si estuvieran más cerca del sol.
«Los mundos de agua de baja masa son una posibilidad fascinante en la búsqueda de vida, y este artículo muestra cómo de diferente es su comportamiento en comparación con los planetas similares a la Tierra», dijo Robin Wordsworth, profesor asociado de ciencias e ingeniería ambiental y autor principal del estudio. «Una vez que las observaciones para esta clase de objetos sean posibles, será emocionante intentar probar estas predicciones directamente», agregó en un comunicado.