MADRID
Agencia dpa / (Europa Press) –
Investigadores de la Universidad de Guelph (Canadá) han revelado en un primer estudio publicado por la revista ‘Scientific Reports’ que las abejas que anidan en el suelo están expuestas a insecticidas neonicotinoides letales.
La mayoría de las especies de abejas de Canadá realizan sus nidos en el suelo. Por eso, se ha examinado la presencia de estos pesticidas de uso común en el suelo. La investigación se ha centrado en las abejas eucerini, que se alimentan casi exclusivamente del néctar y el polen de las flores de calabaza. Los investigadores han descubierto que la probabilidad de que estas abejas estén expuestas crónicamente a dosis letales de un neonicotinoide en el suelo es de un 36 por ciento o más en los campos de calabaza.
Según el profesor de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guelph y colaborador del proyecto, Nigel Raine, estos hallazgos son aplicables a muchas otras especies de abejas silvestres en Canadá que anidan en las granjas o cerca de ellas. Además, añade que no se conoce aún qué efecto pueden tener los pesticidas en las abejas eucerini porque las abejas silvestres no se rastrean de la misma manera que se hace a las poblaciones de abejas melíferas, la especie más común en el mundo. «Pero sí conocemos que otras especies de abejas silvestres anidan y se alimentan en los campos de cultivo. Por eso estos hallazgos son tan preocupantes», ha asegurado.
La autora principal del estudio, Susan Chan, comenzó a recolectar muestras de suelo de 18 campos de calabaza en Ontario (Canadá) para evaluar el riesgo de las abejas que anidaban en esos campos. La investigación se produce cuando Health Canada (departamento nacional de salud pública) ha establecido nuevos límites en el uso de tres nenicotinoides.
En relación a las abejas eucerini, estas corren un riesgo particular porque prefieren el suelo ya labrado de los campos agrícolas para sus hogares subterráneos. Uno de los inconvenientes que se han encontrado los investigadores en este estudio, es que resulta muy dificil saber cuántos residuos de pesticidas toman las abejas, pero a pesar de esto, creen que alrededor de un 11 por ciento está en una exposición letal, una cifra muy superior al umbral aceptado del 5 por ciento.
Además, Susan Chan ha destacado que los productores de calabaza se encuentran ante un «dilema» porque no quieren hacer sufrir con pesticidas a las abejas pero no quieren que sus cultivos sean unos nidos de abejas. Sin embargo, ha lanzado un consejo para los agricultores en caso de que se encuentren con una plaga de abejas: “protejan a estos insectos de la exposición de pesticidas». Finalmente, aboga por «crear lugares libres de neonicotinoides para que vivan las abejas y crezcan».