MADRID
Agencia dpa / (Europa Press)
Investigadores de Centro Médico de la Universidad Radboud (Países Bajos) y la Universidad John Moores (Liverpool, Reino Unido) han identificado que el ejercicio prolongado y/o intensivo puede conducir a un aumento de la troponina reguladora, cuya concentración en sangre se puede usar para diagnosticar un ataque cardíaco.
El ejercicio prolongado y/o intensivo puede conducir a un aumento de los biomarcadores cardíacos en la sangre, como la troponina reguladora, una proteína que está presente en todas las células del músculo cardíaco. En caso de daño al corazón, estas proteínas se filtran a los vasos sanguíneos. Por lo tanto, un aumento de la concentración de troponina en la sangre se usa para diagnosticar un ataque cardíaco, entre otros fines.
Dado que las implicaciones del aumento de los niveles de troponina después del ejercicio no se habían investigado sistemáticamente hasta ahora, los científicos decidieron investigar la relevancia de este aumento de la concentración de troponina después del ejercicio. Para ello, tomaron muestras de sangre de 725 individuos antes y después de un ejercicio prolongado de caminata. Posteriormente, el equipo de investigación contactó a los individuos anualmente para determinar su salud cardiovascular y su estado de supervivencia.
«Después de diez años de investigación, finalmente podemos responder a esta importante pregunta», ha afirmado el investigador Thijs Eijsvogels, doctor en el Departamento de Fisiología del Centro Médico de la Universidad Radboud y coautor de la investigación.
De los participantes que tenían una alta concentración de troponina después de caminar, el 27 por ciento desarrolló enfermedad cardiovascular grave o murió durante el seguimiento, mientras que este fue el caso de solo el 7 por ciento en el grupo de participantes con una concentración baja de troponina después de caminar. «Este estudio muestra por primera vez que un aumento de troponina relacionado con el ejercicio es clínicamente relevante», ha añadido.
El estudiante de doctorado Vincent Aengevaeren ha enfatizado que estos hallazgos no son necesariamente malas noticias para las personas que hacen ejercicio regularmente, sino que pueden considerar el ejercicio como una «prueba de esfuerzo para el corazón», y las personas con una alta concentración de troponina «pueden estar sufriendo de una enfermedad cardiovascular subclínica que tiene aún no se ha diagnosticado. Por lo tanto, los hallazgos pueden contribuir a la identificación temprana de individuos susceptibles en el futuro, de modo que se pueda comenzar el tratamiento apropiado», ha explicado.
Eijsvogels también ha advertido contra la interpretación errónea de los resultados: «Simplemente no es el caso que el ejercicio sea perjudicial para el corazón. Las personas que hacen ejercicio regularmente viven de 3 a 6 años más que las que no lo hacen, por lo que hacer ejercicio suficiente sigue siendo importante para todos».