Por MIKE STOBBE
NUEVA YORK
Agencia (AP)
La incidencia de la diabetes entre los adultos en Estados Unidos está bajando al mismo tiempo que aumentan las tasas de obesidad, y las autoridades de salud no saben a ciencia cierta la razón.
Según datos federales difundidos ayer, la incidencia del mal fue de 1.3 millones de diagnósticos nuevos en 2017 comparado con 1.7 millones en 2009.
Investigaciones anteriores habían percibido la baja, y el nuevo informe revela que la tendencia comenzó hace casi una década. Pero las autoridades sanitarias no lo festejan.
“En definitiva no sabemos con certeza a qué se deben estas tendencias”, dijo el autor principal del nuevo informe, doctor Stephen Benoit, de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Los cambios en los análisis clínicos y el hecho de que más gente busca mejorar su salud antes de contraer la diabetes están entre los posibles factores.
El informe apareció en la revista BMJ Open Diabetes Research & Care.
La diabetes es una enfermedad en que se acumula azúcar en la sangre. Su forma más común está vinculada con la obesidad, y la incidencia de la diabetes aumentó vertiginosamente en Estados Unidos junto con la de obesidad.
Pero otros factores podrían explicar el aumento anual de la incidencia de 2000 a 2010, y explicarían en parte por qué ha disminuido desde entonces, según algunos expertos.
En primer lugar, el umbral de diagnóstico se redujo a fines de los 90. Eso provocó que más personas fueran identificadas como diabéticas, pero el impacto de ese factor puede haber quedado atrás.
Por otra parte, los médicos usan cada vez más un nuevo análisis de sangre para diagnosticar la diabetes. Es mucho más sencillo que los análisis que requerían un ayuno previo de 12 horas o extracciones reiteradas de sangre a lo largo de dos horas.
La Asociación Estadounidense de Diabetes recomendó el nuevo análisis, llamado hemoglobina A1C, en 2010. Debido a su conveniencia, cabía pensar que resultaría en un mayor número de diagnósticos. Pero algunos expertos dicen que podría no identificar una gran cantidad de casos tempranos en que los pacientes no exhiben síntomas.
Otra posibilidad es que se diagnostican cada vez más casos de “principio de diabetes”, en que los niveles de azúcar en la sangre son altos, pero no alcanzan el umbral de la diabetes. En esos casos el médico suele indicar al paciente que haga ejercicio y cambie su dieta.
“El principio de diabetes se acepta cada vez más como diagnóstico” y hace que un número creciente de personas mejoren su salud antes de volverse diabéticos, dijo el doctor Tannaz Martín, especialista en UCLA.
El nuevo informe se basa en una amplia encuesta nacional que realiza el gobierno anualmente. Se preguntó a los encuestados si se les había diagnosticado diabetes en el año anterior.
Halló que la incidencia de diabetes fue de 6 por 1,000 adultos en 2017 comparado con 9.2 por 1,000 en 2009. Es una caída del 35%, la más prolongada desde que el gobierno empezó a rastrear la estadística hace casi 40 años, según el CDC.
La disminución se observó principalmente en adultos blancos, dijeron los investigadores.
En tanto, el cálculo general de cuántos estadounidenses padecen diabetes sea reciente o no_ se mantiene en 80 por 1,000 adultos, es decir, unos 21 millones de personas.
La diabetes sigue siendo más frecuente en adultos negros y en negros e hispanos.