MADRID
Agencia DPA / (Europa Press)

Evidencias de un vínculo sorprendente entre los terremotos y el ciclo del carbono han sido reveladas al cuantificar el volumen de sedimentos marinos removidos en el fuerte terremoto de Japón de 2011.

Un equipo internacional liderado por geólogos de la Universidad de Innsbruck ha podido cuantificar por primera vez el volumen total de sedimentos marinos removidos por el sismo de magnitud 9 de Tohoku-oki -cuyo tsunami produjo la catástrofe nuclear de Fukushima- y acabaron en la Fosa de Japón, de hasta 8 mil metros de profundidad.

El análisis de muestras y datos recopilados durante varias expediciones de investigación entre 2012 y 2016, junto con las mediciones del contenido de carbono, permitieron estimar que una masa total de carbono de más de 1 Tg (1 teragramo = 1 millón de toneladas), fue activada por un solo evento tectónico y transportada a estas profundidades de agua.

Otro ejemplo ilustra claramente la extensión del resultado: el Ganges-Brahmaputra, uno de los sistemas fluviales más grandes del mundo, transporta aproximadamente 4 Tg de carbono por año al océano. El hecho de que un solo evento tectónico pueda causar alrededor de una cuarta parte de este flujo de carbono, lo que implica un potencial significado global, resalta la importancia del ciclo del carbono en las profundidades marinas.

En todo el mundo, solo hay dieciséis regiones con profundidades de agua de más de 6.000 metros. «En general, se puede decir que el mar profundo está incluso menos explorado que la Luna. Esto es exactamente lo que nos fascina», dice Arata Kioka, postdoctorado en el Departamento de Geología.

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