MADRID
Agencia DPA / (Europa Press) –

Un estudio de la Universidad de Columbia confirma la urgencia de abordar el cambio climático, ya que la limitación de la tierra para absorber el exceso de CO2 puede acelerar un punto de no retorno.

Aunque se sabe que los fenómenos meteorológicos extremos pueden afectar a la variabilidad interanual en la absorción de carbono, y algunos investigadores han sugerido que puede haber efectos a más largo plazo, este nuevo estudio es, según sus autores, el primero en cuantificar los efectos a lo largo del siglo XXI y demostrar que los años más húmedos de lo normal no compensan las pérdidas en la absorción de carbono durante los años más secos de lo normal, causados por eventos como sequías u olas de calor.

Las emisiones antropogénicas de CO2 (emisiones causadas por actividades humanas) elevan la concentración de CO2 en la atmósfera de la Tierra y producen cambios no naturales en el sistema climático del planeta. Los efectos de estas emisiones en el calentamiento global solo están siendo parcialmente reducidos por la tierra y el océano. Actualmente, la biosfera oceánica y terrestre (bosques, sabanas, etcétera) está absorbiendo alrededor del 50 por ciento de estas liberaciones, lo que explica el blanqueo de los arrecifes de coral y la acidificación del océano, así como el aumento del almacenamiento de carbono en nuestros bosques.

«Sin embargo, no está claro si la tierra puede seguir utilizando las emisiones antropogénicas a las tasas actuales», dice Pierre Gentine, profesor asociado de Ingeniería Ambiental y de la Tierra y afiliado al Instituto de la Tierra, quien dirigió el estudio, publicado en Nature. «Si la tierra alcanzara una tasa máxima de consumo de carbono, el calentamiento global podría acelerarse, con importantes consecuencias para las personas y el medio ambiente. Esto significa que todos debemos actuar de inmediato para evitar mayores consecuencias del cambio climático», añade.

Trabajando con su estudiante de doctorado Julia Green, Gentine quería entender cómo la variabilidad en el ciclo hidrológico (sequías e inundaciones y las tendencias de secado a largo plazo) estaba afectando la capacidad de los continentes para atrapar algunas de las emisiones de CO2. La investigación es particularmente oportuna ya que los científicos del clima han predicho que los eventos extremos probablemente aumentarán en frecuencia e intensidad en el futuro, algunos de los cuales ya estamos presenciando hoy, y que también habrá un cambio en los patrones de lluvia que probablemente afectará la capacidad de la vegetación de la tierra de captar carbono.

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