Por Sven-Hendrik Hahn
Agencia (dpa)
Las tablets están pasando por un momento difícil: desde que los celulares son cada vez más grandes, hay dudas sobre si seguirán existiendo; las cifras de ventas caen, pero expertos y fabricantes ven un posible futuro para estas pequeñas computadoras portátiles.
Han pasado ocho años desde que saliera al mercado el primer iPad, más plano y liviano que cualquier notebook y superior a los smartphones por el tamaño de su pantalla y un teclado virtual más grande. Al iPad siguieron numerosos aparatos de distintos fabricantes, pero las cifras de ventas van en descenso.
Las tablets son el puente entre smartphone y PC: su pantalla más grande facilita el uso, así como disfrutar de las fotos, videos o webs de Internet. A diferencia de las computadoras son más transportables, livianas, resistentes y están listas para ser usadas de inmediato. Hasta hoy casi todas las tablets usan sistemas operativos como iOS de Apple o Android de Google. Microsoft es la única marca que apuesta por Windows también en las tablets.
En los precios hay grandes diferencias, porque se empieza de menos de 100 euros, pero para comprar un iPad de Apple hacen falta al menos 350 euros y se puede llegar por encima de 2,000. Pese a ello, la firma de la manzana es líder en Europa: en el primer semestre de 2018, una de cada tres tablets vendidas fue un iPad.
El redactor jefe de la revista «Mac & i», Stephan Ehrmann, cree que el punto fuerte de las tablets de Apple está en el mundo laboral con el iPad Pro, que se puede usar también con un lápiz. «Apple está posicionando sus iPads más en dirección a sustituir las notebooks, como dispositivos creativos y profesionales».
El pequeño iPad Mini, que no es mucho más grande que el iPhone XS Max, el celular de mayor tamaño de la marca, no ha sido actualizado desde 2015.
En cambio, las tablets de Android están diseñadas fundamentalmente para el uso privado. Y la tendencia apunta al abandono de las más pequeñas de siete pulgadas. Incluso fabricantes como Huawei, Samsung o Lenovo ofrecen tablets por 100 euros y hasta de 11 pulgadas.
Antes de comprar una tablet Android hay que tener en cuenta algunas cuestiones: la principal fuente de software es Google Play Store, por lo que el dispositivo debe tener acceso a la tienda virtual, algo que se puede comprobar en la descripción del producto. Para leer, navegar y ver videos, la resolución de la pantalla debería ser por lo menos HD (1,920×1.200 píxeles), recomienda Matthias Rößler, de «Chip Online».
«Además, el aparato debería ser estable y bien terminado, porque en los de menor calidad a veces se puede presionar sobre la pantalla desde la parte trasera», asegura. También deberían llevar una versión actual de Android, por lo menos la 7.0. Si solo se usa Internet en casa, no hace falta que lleve tarjeta SIM.
La memoria no debería ser muy escasa, pero en todo caso muchas tablets Android se pueden ampliar con tarjetas. Quienes quieran jugar en la tablet o pasar rápidamente de una aplicación a otra deben buscar un procesador de al menos cuatro núcleos, mejor ocho, así como al menos 3 GB de RAM. En estos casos los precios parten de 300 euros.
También los propios fabricantes confirman que las tablets Android se utilizan de forma privada. Investigadores de mercado de Samsung señalan que la tablet se ha instalado como segundo dispositivo, además del smartphone. En torno a un cuarto de los usuarios las utiliza para ver videoclips y juegos o leer las noticias, artículos o ebooks. En el ámbito de los negocios, en cambio, están creciendo los híbridos entre notebook y tablet.
Los productos de Amazon se han establecido, en cambio, en el ámbito del entretenimiento. La empresa estadounidense las vende por precios a partir de 50 euros, pero sólo cuentan con la oferta de la casa; no tienen acceso a la Play Store, sino sólo a los libros electrónicos, música o videos de Amazon. También llevan el asistente de voz Alexa. Si el usuario da su permiso, el comportamiento de los compradores se analiza además al detalle.
Microsoft, en cambio, se especializa en los usuarios que quieren usar su tablet como computadora. Como llevan Windows, se adaptan fácilmente para el trabajo habitual de editar textos, hacer tablas o presentaciones. La serie Surface, que en algunos casos viene con su propio teclado, es mucho más cara que las otras tablets y resulta demasiado para todos aquellos que solo naveguen de vez en cuando en Internet.
Los expertos coinciden en que el auge de las tablets ha pasado y que ahora lo que se lleva son los smartphones grandes. Mientras que en el uso profesional las tablets son útiles para presentaciones o aplicaciones que usan el lápiz electrónico, las más baratas encuentran su espacio como segundo dispositivo para ver películas o fotos en casa.