Nueva Delhi
Agencia (dpa)

La contaminación en Nueva Delhi aumentó hasta alcanzar hoy unos niveles alarmantes debido al uso extendido de petardos pese a que un tribunal había restringido su utilización durante la festividad del Diwali.

La Corte Suprema había limitado a dos horas el uso de petardos durante el Diwali, el festival hindú de las luces celebrado el miércoles por la noche. Sin embargo, cientos de miles de personas que festejaron hasta tarde incumplieron la orden contribuyendo a que se expandiera una niebla tóxica por toda la ciudad.

Las estaciones encargadas de controlar la calidad del aire registraron a primera hora de hoy que el nivel de partículas en suspensión inferiores a 2,5 micras (PM 2,5) se situaba entre los 400 y los 999 microgramos por metro cúbico, la máxima marca posible.

Esta marca está entre 20 y 40 veces por encima del límite considerado seguro por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda no estar expuestos a niveles de PM 2,5 superiores a los 25 microgramos en cada periodo de 24 horas, ya que las pequeñas partículas pueden penetrar en los pulmones e incluso alcanzar el torrente sanguíneo.

El índice total de calidad del aire fue registrado en 356, que corresponde con una categoría «muy pobre», de acuerdo con la Junta Central de Control de la Contaminación de la India.

Medios locales informaron de que la calidad del aire había empezado a deteriorarse a partir de las 19:00 (hora local/13:30 GMT) del miércoles, cuando pasó de 281 a 296 tres horas después.

El mes pasado, el Tribunal Supremo impuso estrictas restricciones a los fuegos artificiales estableciendo, por ejemplo, que sólo se podía vender «petardos ecológicos» que tienen emisiones bajas y que sólo se podían lanzar en determinadas zonas.

Sin embargo, la Policía no pudo frenar a todos los que incumplieron las órdenes. En casi todas las zonas de la ciudad se registraron violaciones de las mismas.

Hace tiempo que Nueva Delhi lidia con el problema de la contaminación del aire que generalmente aumenta en los meses de octubre y noviembre por la quema de los rastrojos por parte de los agricultores y los fuegos artificiales del Diwali. A todo ello hay que añadir las emisiones de las industrias y los vehículos, en una ciudad con muchísimo tráfico, así como la quema de basura y combustible, entre otros factores.

Los datos de la Junta Central de Control de la Contaminación revelan que numerosas ciudades, sobre todo en el norte de la India, también registraron niveles de contaminación alarmantes tras el Diwali.

Muchas personas se quejaron en las redes sociales de la violación de las órdenes dictadas por el tribunal y de la incapacidad de la Policía a la hora de tomar medidas.

Otros, en cambio, lamentaron que era injusto restringir las celebraciones alegando que los fuegos artificiales no son responsables de la contaminación y culpando de los altos niveles de contaminación a la quema de rastrojos, el polvo de las obras y el escaso viento.

Con más de 20 millones de habitantes, en los últimos años Nueva Delhi ha sido clasificada entre las ciudades más contaminadas del mundo. Las autoridades lanzaron una campaña de diez días de aire limpio en la ciudad que finaliza el sábado para analizar las actividades contaminantes y mejorar las condiciones, pero la medida ha demostrado no ser efectiva.

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