Canberra
Agencia (dpa)

Expertos australianos han descubierto una nueva especie de serpiente venenosa, pero esta podría estar ya en peligro de extinción debido a la minería, según contó hoy a dpa Bryan Fry, el director del equipo de investigadores responsables del hallazgo.

El nuevo miembro de la familia de las serpientes bandy-bandy, la vermicella parscauda, fue descubierta en Weipa, una localidad minera en la costa del golfo de Carpentaria, en la península del Cabo York, donde la multinacional Rio Tinto explota minas de bauxita.

Fry, profesor de biología asociado de la Universidad de Queensland, dijo que el descubrimiento se produjo cuando el equipo estaba llevando a cabo una investigación de serpientes marinas.

«Volvimos de la investigación sobre las serpientes marinas y al final del muelle de carga vimos una serpiente deslizándose. Había serpenteado desde una pila de restos de bauxita junto al gran cargador de barcos», indicó Fry.

La serpiente resultó ser de una especie desconocida hasta el momento. Mide entre 30 y 40 centímetros y tiene finas rayas blancas sobre un cuerpo negro.

«Es visualmente y genéticamente diferente a las encontradas en la costa este australiana y en partes del interior», dijo Fry.

El equipo encontró más ejemplares de la especie, uno en su hábitat natural en Weipa, otra muerta tras ser atropellada cerca de una mina y dos más en colecciones de museos. El descubrimiento fue publicado en la revista científica «Zootaxa».

Fry dijo que teme que la nueva especie pueda estar amenazada por la minería de bauxita, que «podría estar modificando el entorno en detrimento de las plantas y los animales autóctonos».

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