Por CHRISTINA LARSON
WASHINGTON
Agencia (AP)

Los diamantes azules como el famoso diamante Hope del Smithsonian son los más raros de todos, y continúa siendo un misterio cómo se formaron hace más de 1 mil millones de años. Ahora los científicos piensan que tienen al menos una idea.

Se ha sabido desde hace tiempo que el tono azul proviene de vestigios de boro en el diamante. Pero el elemento es hallado mayormente cerca de la superficie de la Tierra, no en las profundidades en las que típicamente se forman los diamantes.

Los científicos examinaron 46 diamantes azules, estudiando las imperfecciones en las gemas en busca de pistas.

Apenas 1 de cada 200 mil diamantes son azules. Al igual que todos los diamantes, se forman cuando el carbón es sometido a presión y calor extremos en las profundidades de la Tierra. Al formarse pueden atrapar adentro diminutos fragmentos de roca, como fósiles en ámbar.

Shirey y sus colegas usaron láser para examinar las imperfecciones de los diamantes en el Instituto Gemológico de Estados Unidos. La manera como la luz se refleja ayuda a identificar los minerales adentro del diamante, dijo Evan Smith, científico del instituto que encabezó el estudio.

Basado en lo observado, es claro que los diamantes azules se formaron a profundidades mucho mayores que otros diamantes, algunos a más de 660 kilómetros (410 millas) de profundidad, dijo Smith. Shirey explica que la mayoría de los otros diamantes se forman a entre 150 y 200 kilómetros (90 y 125 millas) de profundidad.

Los estudiosos dicen que boro en el fondo oceánico fue empujado a las profundidades cuando las placas tectónicas chocaron. El boro permite al diamante absorber parte de la luz roja, lo que hace que la gema se vea azul.

Las conclusiones fueron publicadas en la revista Nature el miércoles.

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