POR NATALIYA VASILYEVA Y FRANCESCA EBEL/AP
MOSCÚ

Las autoridades rusas congelaron grandes porciones del universo online del país en lo que los críticos calificaron como un despótico –pero hasta ahora infructuoso– intento de bloquear una popular aplicación de mensajería: Telegram.

El director del organismo rector de las telecomunicaciones en Rusia afirmó que millones de direcciones IP ajenas a Telegram han sido bloqueadas desde que una corte falló la semana pasada que la aplicación debía ser eliminada de la red.

La medida ha creado problemas para millones de compañías y clientes, y fue descrita por algunos como un “bombardeo” al internet para llegar hasta una pequeña compañía. Telegram todavía estaba disponible en Rusia pese a los frenéticos intentos de las autoridades de dañarla mediante el bloqueo de otros servicios, sin embargo, muchos usuarios se preparan para lo peor, y preparan servidores proxy para eludir la prohibición.

La polémica estalló luego de que Telegram, que fue desarrollada por el empresario ruso Pavel Durov, rechazó entregar sus códigos de encriptación a las agencias de inteligencia rusas. El gobierno de Rusia insiste en que los necesita para evitar los ataques de extremistas, pero Telegram calificó la solicitud como una invasión a la privacidad.

Alexander Zharov, director de la Agencia Federal de Comunicaciones, comentó al periódico Izvestia en una entrevista publicada ayer, que Rusia está bloqueando 18 redes que son usadas por Amazon y Google y que albergan sitios que ellos creen son usados por Telegram para eludir el bloqueo.

Numerosos negocios rusos, desde escuelas en línea hasta concesionarios de autos, informaron que sus sitios web habían caído debido a las acciones de la agencia para bloquear las redes.

Los expertos de internet estiman que las autoridades rusas han bloqueado cerca de 16 millones de direcciones IP desde el lunes, afectando a millones de usuarios rusos y negocios.
En la entrevista, Zharov admitió que las autoridades han tratado desesperadamente de bloquear Telegram y que tuvieron que desactivar todas las redes, algunas de ellas con medio millón de direcciones IP que son utilizadas por “compañías respetuosas de la ley” no relacionadas con el caso de la aplicación de mensajería.

El principal diario ruso, Vedomosti, comparó en su editorial del miércoles la lucha del órgano de control de comunicaciones contra Telegram con una guerra.

“El bloqueo indiscriminado y a gran escala de direcciones IP extranjeras en Rusia para impedir el acceso a la aplicación de mensajería Telegram no tiene precedentes y se asemeja a un bombardeo”, se leyó en la editorial.

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