Ginebra
Agencia (dpa)
Durante la época de Pascua se decoran y se comen numerosos huevos, sin embargo, a lo largo de todo el año otros ayudan a producir cientos de millones de vacunas contra la gripe.
Cada año se utilizan entre 450 y 500 millones de huevos para este propósito, dice a dpa Martin Friede, responsable de la investigación sobre vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Más del 90 por ciento de las vacunas contra la gripe a nivel mundial se produce con ayuda de huevos. Generalmente, cada huevo permite fabricar una dosis de vacunación, a veces incluso más», explica. Las vacunas contra la fiebre amarilla también se obtienen con ayuda de los huevos. En este caso, de un solo huevo se pueden sacar más dosis que para las vacunas contra la gripe.
Los investigadores no emplean huevos que están a la venta para el consumo, sino ejemplares que se obtienen de gallinas criadas en granjas especiales bajo condiciones controladas. «Esto es más costoso que la producción de huevos que se utilizan para hacer tortillas», dice Friede. Las gallinas tampoco son aptas para el consumo porque están «demasiado escuálidas», explica.
Dos veces al año, expertos de la OMS debaten qué tipos de virus gripales se espera que dominen la próxima temporada de gripe. Entonces recomiendan a los laboratorios la composición de las vacunas. Los virus necesarios para la elaboración se producen en laboratorios seleccionados y se envían a las distintas fábricas de vacunas donde son inyectados en huevos.
Después de unos 10 días, miles de millones de copias del virus han madurado en la clara del huevo. Entonces se absorbe la clara y se desactivan las partículas con calor o sustancias químicas, para convertirlas en inofensivas pero efectivas vacunas.
Desde hace tiempo se investigan alternativas debido a la gran cantidad de huevos que se necesitan, según Friede. Entre un cinco y un diez por ciento de las vacunas contra la gripe a nivel mundial ya se desarrollan en cultivos celulares, obtenidos de un tumor del riñón de un perro y de insectos. Estos cultivos celulares pueden ser reproducidos infinitamente.
«Se trata de procesos muy complejos que hasta el momento no están listos para la producción en masa», dice Friede. «Los huevos seguramente seguirán representando un papel decisivo en la elaboración de las vacunas contra la gripe.»