Por BARBARA ORTUTAY Y ANICK JESDANUN
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Los “likes” pueden decir mucho de una persona, incluso lo suficiente para dar pie a un proyecto de manipulación de votantes como el que presumiblemente emprendió una empresa afiliada a la campaña presidencial de Donald Trump, y que Facebook podría haber facilitado.

La red social se encuentra ahora en el ojo del huracán luego de que los periódicos The New York Times y The Guardian informaron que la empresa Cambridge Analytica, exconsultora de campaña de Trump, usó información obtenida indebidamente, incluidos los “me gusta”, de unos 50 millones de usuarios de la Facebook para tratar de influenciar los comicios.

Las acciones de Facebook se hundieron 7% ayer, en su peor caída en un día desde 2014. Funcionarios de la Unión Europea y de Estados Unidos buscan respuestas, y la comisionada de información de Gran Bretaña dijo que buscará obtener una orden judicial para acceder a los servidores de Cambridge Analytica debido a que la empresa británica no había “cooperado” en su investigación. Luego de dos años de no dar a conocer la recolección de información, Facebook informó ayer que contrató a una empresa externa para realizar una auditoría a Cambridge.

Los investigadores de un estudio de 2013 encontraron que los “me gusta” en Facebook sobre pasatiempos, intereses u otros temas, pueden indicar las características de cada persona, como su orientación sexual y afiliación política. Las computadoras analizan ese tipo de información para buscar patrones que podrían no ser obvios, como un vínculo entre la preferencia a un determinado tipo de papas fritas y una inteligencia mayor.

Chris Wylie, cofundador de Cambridge que dejó la empresa en 2014, dijo que la firma utilizó ese tipo de técnicas para conocer a los individuos y crear una matriz informativa para hacerles cambiar de opinión. Al hacer eso, indicó, la compañía “llevó las noticias falsas a otro nivel”.

“Esto se basa en el concepto de ‘dominación informativa’, que es la idea de que si puedes capturar cada canal de información alrededor de una persona y luego inyectar contenido alrededor de ellos, puedes cambiar su percepción de lo que realmente está sucediendo”, explicó Wylie ayer en el programa “Today” de la cadena NBC. “Todavía no está exactamente claro cómo la empresa podría haber intentado hacer eso”.

El viernes por la noche, Facebook indicó que Cambridge obtuvo indebidamente la información de 270 mil personas que descargaron una aplicación descrita como una prueba de personalidad. Aquellas personas acordaron compartir su información con la aplicación con fines de investigación, y no para fines políticos.

Esa información incluía quiénes eran sus amigos en Facebook y qué les gustaba, incluso aunque esos amigos no habían descargado la aplicación o dado su consentimiento.

Cambridge obtuvo información limitada sobre los amigos, pero las máquinas pueden usar respuestas detalladas de grupos más pequeños para hacer inferencias sobre el resto, señaló Kenneth Sanford, quien trabaja en la compañía de ciencia de datos Dataiku.

Cambridge estaba financiada por el multimillonario conservador Richard Mercer y en algún momento tuvo como vicepresidente a Stephen Bannon, quien posteriormente fungió como presidente de campaña de Trump y colaborador en la Casa Blanca.

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