Por Girlie Linao
Manila
Agencia (dpa)
Roberto Milanes se indigna cuando ve a un médico llamando a la prudencia en la televisión filipina. Las informaciones según las cuales la muerte de tres niños estaría vinculada a la primera vacuna contra el dengue autorizada en todo el mundo conmocionaron a los padres de ese país del sudeste asiático.
La hija de 12 años de Milanes recibió dos dosis de la sustancia Dengvaxia, del grupo farmacéutico francés Sanofi, en el marco de un programa de vacunación de su escuela, dice el electricista de 49 años.
Más de 830.000 niños filipinos mayores de nueve años recibieron la vacuna entre abril de 2016 y diciembre de 2017, hasta que el Gobierno suspendió el programa.
«Enterarnos de que hubo niños que murieron después de recibir Dengvaxia es como una pesadilla», dice Milanes. «Me preocupo por mi hija. En los últimos tiempos estuvo bastante enferma». La niña padece de ataques de fiebre y fuertes dolores abdominales desde que fue vacunada, relata.
La enfermedad tropical dengue, transmitida por mosquitos, puede desatar síntomas parecidos a una gripe. Vómitos, dolor muscular y articular y sarpullido son típicos de este mal. Sin un tratamiento médico a tiempo, el dengue puede causar la muerte. Según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año padecen esta enfermedad unas 96 millones de personas en todo el mundo.
Así como Milanes, en todo Filipinas los padres se preocupan por la salud de sus hijos. Al menos tres de 14 casos de muerte investigados presentaron «relación causal» con Dengvaxia, comunicó una comisión investigadora creada por el Ministerio de Salud filipino. Pero aún es necesario realizar más estudios para comprobar la relación, explicó la comisión.