La Habana
Agencia (dpa)
La Fiscalía General de Cuba desarticuló una red de trabajadores de una empresa farmacéutica que adulteraban un medicamento para el consumo infantil y luego venderlo en el mercado negro, anunciaron medios locales.
El producto adulterado es comercializado en Cuba a precios populares bajo la marca «Ritalin» y es para tratar en los niños el Trastorno de Déficit de Atención (TDA) con hiperactividad.
Trabajadores de la empresa estatal BioCubaFarma sustituían el principio activo metifelnidato por una sustancia placebo «que es utilizado para la limpieza de las máquinas una vez concluida cada producción de medicamentos», denunció la Fiscalía General de Cuba.
«Como consecuencia estos productos fueron introducidos en farmacias de la capital y posteriormente vendidos a padres de niños que reciben este medicamento por las patologías que presentan», publicó el periódico oficial Granma.
La Fiscalía implica en el delito a varios trabajadores del laboratorio farmacéutico que se repartieron de la venta ilegal sumas en efectivo de más de 1.500 pesos convertibles cubanos, equivalentes al dólar.
El Gobierno cubano subvenciona la venta de medicamentos que se comercializan a precios por debajo de su coste de producción y del valor en mercados internacionales.
Una parte de esos productos son vendidos en divisas de manera ilegal y desviados de su venta final, generando desabastecimiento.
La Fiscalía General de Cuba abrió expedientes a otros trabajadores de BioCubaFarma por la «comercialización de medicamentos en el mercado informal», especialmente los destinados a pacientes crónicos.
La empresa BioCubaFarma produce en la isla más del 60 por ciento de los fármacos que se consumen en el país, la gran parte de ellos mediante la importación de países como China de la materia prima para producirlos.