La Habana
Agencia (dpa)

Cuba cerró 2017 con una tasa de mortalidad infantil de 4.1 muertes por cada 1 mil nacidos vivos, la cual es la más baja de su historia, según reportó el fin de semana la prensa oficial de la isla.

La cifra se consiguió al disminuir en 35 los menores de un año fallecidos respecto al 2016, cuando hubo 497 defunciones entre los 116 mil 869 nacimientos y se registró un indicador de mortalidad infantil de 4.3, publicó el periódico «Granma».

El indicador de este año significa que el país se mantuvo por debajo de cinco fallecidos por cada 1 mil nacidos vivos en su tasa de mortalidad infantil durante diez años consecutivos.

«Este es un hito que refleja la integración de todo el sistema asistencial del país. Se trata de vidas salvadas, de calidad de vida, de felicidad y satisfacción para nuestro pueblo», afirmó el ministro de Salud Pública de Cuba, Roberto Morales.

También se redujo la mortalidad materna de 42,6 a 38 por cada 100 mil nacidos vivos, con seis muertes maternas menos, destacó el responsable de la cartera de Salud de la isla.

Morales señaló que se redujo el bajo peso al nacer, de 5.2 a 5.9 por cada 100 nacimientos y por malformaciones congénitas se reportó un índice de 0.9 fallecidos por cada 1 mil nacidos vivos como resultado del desarrollo de los estudios genéticos en el país.

La baja mortalidad infantil se une a que en el país continúa creciendo la esperanza de vida, que ya alcanza los 78.45 años; y es de 80.45 para las mujeres y 76.50 para los hombres.

Artículo anteriorLöw: «Alemania va a ser perseguida como nunca»
Artículo siguienteNASA realizará pruebas en México para próxima misión a Marte