Por SETH BORENSTEIN
WASHINGTON
AGENCIA/AP

Comer como un cavernícola depende de dónde está la cueva, revela un nuevo estudio. En Bélgica, el neandertal mascaba carne de oveja o de rinoceronte lanudo, mientras que en España la dieta consistía de hongos, piñones y nueces.

_VYE8_1BLos científicos pudieron echar un vistazo a la cocina de tres neandertales al raspar la placa sobre los dientes y estudiar el ADN.

Sus descubrimientos refutan una idea equivocada muy difundida, de que la dieta del hombre de las cavernas consistía casi exclusivamente de carne. También hallaron indicios de que un adolescente enfermo alivió su dolor con versiones primitivas de penicilina y aspirina.

Alan Cooper, director del Centro Australiano de ADN Antiguo, dijo que los ensayos genéticos revelaron la dieta del neandertal belga de hace 42 mil años: ovejas y rinocerontes que pastaban en las cercanías.

El estudio apareció en la edición del miércoles de la revista Nature.

Si bien es verdad que estudios anteriores determinaron que los neandertal tenían una alimentación variada, esta vez pruebas genéticas permiten ver qué tipo de carne o de hongos comían, dijo Cooper. El neandertal belga comía oveja y rinoceronte, lo cual hace pensar que esos eran los animales que merodeaban por su región.

«No tengo idea de qué sabor tiene un rinoceronte», expresó la principal autora del texto, Laura Weyrich, una paleo microbióloga en la Universidad de Adelaide. «No soy fanática de las ovejas, prefiero comer rinoceronte».

No había indicios de carne en la dieta de los dos neandertales españoles de 50 mil años de antigüedad, pero no sería verosímil llamarlos vegetarianos, indicó Cooper. Los huesos indicaban que fueron consumidos por caníbales.

Los dos especímenes hallados en España eran de una hembra adulta y de un varón adolescente, que no era ni su hijo ni su hermano, pero algún parentesco tenían según indica su ADN, afirmó Weyrich.

El varón evidentemente sufría de alguna dolencia, pues tenía la boca infectada y tenía otras laceraciones, explicó la científica. Pero en su dentadura –y sólo en la de él– había dos tipos importantes de residuos: uno, de una planta de la cual mucho después se sacaría un ingrediente para la aspirina, y otro, de una planta de donde mucho después se extraería la penicilina.

No tengo idea de qué sabor tiene un rinoceronte. No soy fanática de las ovejas, prefiero comer rinoceronte.
Laura Weyrich, principal autora del texto y paleo microbióloga en la Universidad de Adelaide.

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