Ginebra
Agencia/dpa

La batalla contra la propagación del virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH) se lleva librando desde hace más de 30 años, y, aunque de momento no se ha encontrado una cura definitiva, los datos más recientes de la ONU aumentan la esperanza de poder llegar a tener al virus bajo control dentro de poco.

Nunca antes tuvieron los infectados por el VIH tantas posibilidades para acceder a una terapia que pueda prolongar su vida y reducir los riesgos de transmisión.

La ONU califica de «extraordinario» el progreso a largo plazo tras analizar los datos presentados por el Programa de Lucha contra el VIH de la organización.

Unos dos millones de personas se infectaron a lo largo del año 2014, con lo que la cifra de nuevos contagios se redujo un 35 por ciento desde 2000.

En el caso de los niños, la tendencia a la baja es aún más destacable, puesto que el año pasado se contagiaron unos 220 mil. Hace 15 años, la cifra de menores que se contagiaron ascendió a 520 mil.

A nivel global 36.9 millones de personas viven con el virus. La mayoría de ellos, unos 25.8 millones, se encuentran en África central o el sur de África.

En Asia y el Pacífico, la cifra de personas con el VIH asciende a 5 millones y en Europa Occidental y central, así como en América del Norte, hay unos 2.4 millones. También se estima que alrededor de 17.1 millones de personas no son conscientes de que son portadores de la enfermedad.

Aunque todavía no se ha descubierto una cura, los tratamientos más modernos permiten que los efectos del virus no se sientan hasta varios años después del contagio.

Hoy en día, unos 15.8 millones de personas reciben un tratamiento con fármacos antirretrovirales. Esta cifra confirma que se duplicó el número de personas que se someten a tratamiento desde el año 2010.

Si observamos el cambio a largo plazo, es aún más notorio, puesto que en 2005, únicamente 2.2 millones de personas tenían acceso a este tipo de medicación.

El tratamiento que reciben las personas en las diferentes regiones del mundo es muy diferenciado. Según la ONU, en el norte de África y en Medio Oriente sólo recibe tratamiento un 14 por ciento de los afectados. La situación es semejante en Europa del este y las antiguas repúblicas soviéticas.

Las condiciones y facilidades para acceder al tratamiento mejoran de forma radical en Europa, Norteamérica, Latinoamérica y el Caribe.

En 2014, aproximadamente 1.2 millones de personas murieron por enfermedades asociadas con el VIH, un número ostensiblemente inferior al máximo alcanzado en 2004, cuando más de 2 millones de personas fallecieron.

Desde el comienzo de la epidemia en la década de los años 80, unos 78 millones contrajeron la enfermedad contagiosa. De esa cifra total, aproximadamente la mitad falleció por la infección.

El plan de la ONU incluye varios objetivos, entre los que se encuentran que en el año 2020, la cifra de personas con acceso al tratamiento se haya vuelto a duplicar, focalizarse en mejorar la información dirigida a los grupos de riesgo potencial como drogadictos y prostitutas, y que, finalmente en el año 2030, se alcance el final de la epidemia.

El estudio también habla sobre los costes que la lucha contra el virus comporta. Desde el año 2000 se invirtieron unos 176 mil millones de euros.

El gasto en inversión durante 2014 ronda los 20 mil millones de dólares en la lucha contra el virus, y se calcula que en el año 2020 se alcanzará el tope de gasto: 31 mil millones de dólares.

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