Sydney
Agencia/dpa

La Gran Barrera de Coral sigue estando en mal estado y apenas se están logrando avances para protegerla, apunta un informe publicado esta semana por el gobierno australiano.

Según el estudio realizado por el gobierno del estado de Queensland, el mayor arrecife de coral del mundo, de 2 mil 300 kilómetros de longitud, perdió la mitad de su cobertura de coral en los últimos 30 años.

El ecosistema de la Gran Barrera se enfrenta a enormes amenazas por el calentamiento y la acidificación del agua, que hace peligrar el futuro de los corales, así como de las 1 mil 500 especies de peces y los 3 mil tipos de moluscos que dependen de ellos para sobrevivir.

La contaminación procedente de los terrenos agrícolas sigue dañando a la barrera. Sólo el 13 por ciento de los productores de caña de azúcar están implementando mejores prácticas en cuestión de abonos, y sólo un 30 por ciento en lo que se refiere a pesticidas, apunta el informe. Tampoco los ganaderos utilizan los pastos de forma adecuada, contribuyendo a la polución de la Gran Barrera.

El enclave natural se salvó este año de entrar en la lista roja del Patrimonio Natural amenazado, aunque el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco instó al gobierno australiano a presentar avances en la protección de la Gran Barrera para diciembre de 2016.

Según el ministro de Medio Ambiente de Queensland, Steven Miles, el informe presentado hoy contiene más noticias malas que buenas. «Si uno de mis hijos viniese a casa con una nota así, estaría un poco decepcionado», afirmó.

La Gran Barrera de Coral es el hábitat natural de 14 mil especies de animales marinos. Se extiende por una superficie de más de 200 mil kilómetros cuadrados y no sólo tiene una gran relevancia ecológica, sino que es la mayor atracción turística y un importante factor económico para Australia.

La semana pasada se supo que el gobierno del ahora ex primer ministro Tony Abbott gastó 400 mil dólares australianos (287 mil dólares) para conseguir que la Gran Barrera no entrase en la lista de Patrimonio Natural amenazado. Por otro lado, recortó los fondos para programas medioambientales y el personal del Departamento de Medio Ambiente.

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