Por NICHOLAS PAPHITIS
ATENAS, Grecia
Agencia/AP

Los huesos de un esqueleto hallado en la cámara interior de una amplia tumba saqueada en Grecia podría ayudar a los arqueólogos a solucionar el enigma de quién estuvo enterrado allí en medio del esplendor, en el ocaso del reinado de Alejandro Magno a fines del siglo IV a.C.

El ministerio de Cultura dijo ayer que el esqueleto estaba esparcido en y alrededor de un recipiente rectangular revestido en piedra debajo del piso de la cavernosa estructura de 8 metros (26 pies) de alto.

El ataúd de madera en que estaba colocado originalmente el cuerpo se ha podrido, pero quedan los clavos y algunos ornamentos de marfil tallado y vidrio.

En una excavación en los últimos tres meses cerca de Anfípolis, a 600 kilómetros (375 millas) al norte de Atenas, un grupo de arqueólogos griegos halló una tumba decorada con estatuas de mármol de esfinges y muchachas jóvenes y un gran pavimento de mosaico.

«Es una construcción extremadamente cara, cuyo costo difícilmente fue pagado por un ciudadano particular», dijo el ministerio en un comunicado. La excavadora Katerina Peristeri dijo que el ocupante de la tumba era probablemente una «personalidad destacada», un gran general que recibió honores de héroe.

El misterio fascina a Grecia desde hace meses. Michalis Tiverios, profesor de arqueología en la Universidad de Salónica, dijo que los restos humanos podrían brindar información valiosa sobre la tumba de 15 metros de largo por 4,5 de ancho, una de las más grandes que se haya encontrado en el país.

«Es un hallazgo muy importante porque nos permitirá conocer el sexo de la persona enterrada allí y posiblemente su edad aproximada», dijo a la AP. Tiverios, que no participó de la excavación, dijo que un posible candidato sería Nearco, un general de Alejandro que llevó su flota desde India hasta lo que hoy es Irak y que provenía de Anfípolis.

Alejandro, el rey guerrero cuyo imperio se extendía de Grecia hasta India, fue enterrado en Alejandría, Egipto, ciudad fundada por él, pero su tumba no ha sido localizada.

Sus generales disputaron el control del imperio durante años, en guerras en las que murieron asesinados su madre, su viuda, su hijo y su hermanastro, casi todos cerca de Anfípolis.

El anuncio del miércoles confirmó lo que sospechaban los arqueólogos desde el principio —y que las autoridades habían negado_, que la tumba había sido exhaustiva y reiteradamente saqueada en tiempos antiguos.

«Los objetos de valor que dejaron pasar unos ladrones fueron sustraídos por otros más adelante», dijo Tiverios.

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