Por MARTHA MENDOZA y FRANK JORDANS
MOUNTAIN VIEW / Agencia AP

Jon Callas, cofundador de Silent Circle, una compañía que vende una aplicación de codificación que permite a sus usuarios hablar y mensajear en privado, dijo que las revelaciones hechas el año pasado por el excontratista de la NSA, Edward Snowden, han sido buenas para su negocio.

Silent Circle es una de varias compañías de seguridad de internet beneficiada por una avalancha de clientes de todo el mundo que buscan proteger sus comunicaciones de gobiernos extranjeros, y el mercado más grande está en Alemania, cuya canciller Angela Merkel habría sido objeto de espionaje.

«Los alemanes siempre han estado especialmente preocupados por el tema de la seguridad y la privacidad», comentó Callas. «Creo que, culturalmente, Alemania ha tenido problemas de privacidad en su pasado reciente. Hay gente que recuerda a los comunistas. Todavía hay una llaga cultural por la seguridad y la privacidad, entienden lo que puede salir mal mejor que en cualquier otra parte del mundo».

Entre los clientes de las compañías hay diplomáticos, periodistas, defensores de la privacidad y gente que intenta proteger secretos de negocios.

«Si eres un reportero, puedes hablar confidencialmente con una fuente. Si eres un banquero, puedes hablar con un cliente. Si eres un empresario, puedes usarlo en lugares donde el espionaje es parte de la cultura», señaló Callas.

Aunque Silent Circle no suministra cifras específicas, Callas expresó que tuvieron «un gran aumento» en suscripciones a su servicio de telefonía y mensajeo privado después de las revelaciones de Snowden, y otro aumento en Alemania después que se reportaron dos supuestos casos de espionaje estadounidense en ese país este año.

Y aunque la tecnología tiene sus raíces en Silicon Valley, los servidores están en Canadá y Suiza, dos países con fuertes medidas para proteger la privacidad. Hace dos semanas, Silent Circle también empezó a vender un teléfono multiusos de alta seguridad, cuya primera producción ya se agotó, indicó Callas.

En el CeBIT, un importante congreso anual de la industria de la tecnología realizado en la ciudad alemana de Hannover, Deutsche Telekom fue una de varias compañías que presentaron nuevos productos de seguridad.

«Quiero mandarle un agradecimiento a la NSA, porque no estaríamos teniendo esta conversación si no hubiese pasado eso», comentó a periodistas Reinhard Clements, miembro de la junta de Deutsche Telekom. «Esa fue la mejor campaña de mercadeo que jamás hayamos tenido».

La compañía, conocida por su marca T-Mobile en Estados Unidos, vende una aplicación para teléfonos que codifica tráfico de voz y datos. Fue desarrollada por la firma GSMK, con sede en Berlín, un retoño del grupo alemán de hackers Chaos Computer Club.

Los clientes que buscan una solución completa pueden comprar el teléfono celular de GSMK por 2 mil 750 dólares, que protege las comunicaciones confidenciales de casi cualquier intento de espionaje.

El director ejecutivo Bjoern Rupp agregó que su compañía ha detectado un aumento en el interés por tecnología de codificación desde que comenzó a conocerse la información sobre el espionaje de la NSA el año pasado.

«Snowden está cambiando la industria», dijo Rupp a The Associated Press. «Hay una conciencia totalmente nueva sobre la seguridad».

Desde que fue creada en 2003, la compañía ha vendido unos 100 mil aparatos, pero la cantidad de aplicaciones vendidas en el último año es «de otra dimensión», comentó Rupp, sin revelar la cifra precisa.

La compañía británica Vodafone, por su parte, presentó su propia aplicación «Secure Call» (Llamada Segura) en el CeBIT, afirmando que permitirá a los usuarios «realizar llamadas tan seguras como las del gobierno alemán».

Merkel solía ser retratada con un sencillo teléfono Nokia. Desde que surgieron los reportes de que la NSA escuchó sus llamadas, la canciller ha evitado ser vista con aparatos de poca tecnología. Su nuevo aparato, según varios reportes, es un BlackBerry último modelo con un programa especial de seguridad creado por la compañía alemana Secusmart, aprobado por la Oficina Federal para la Seguridad de la Información de Alemania.

Aparentemente aprovechando la oportunidad, BlackBerry anunció hace poco que compraría Secusmart.

«La adquisición de Secusmart subraya nuestra atención al problema del aumento en los costos de seguridad, y las amenazas que van desde la privacidad individual hasta la seguridad nacional», dijo el director ejecutivo de BlackBerry, John Chen, en un comunicado.

Y para los que no quieren arriesgarse, las revelaciones sobre el espionaje provocaron una tendencia retro. La revista alemana de negocios Wirtschaftswoche reportó hace poco que las ventas de máquinas de escribir aumentaron por primera vez en años.

Algunas compañías alemanas que buscan proteger sus secretos de negocios aparentemente han recurrido a máquinas de escribir para asegurar que sus correspondencias con clientes del extranjero no sean interceptadas por rivales que puedan hackear sus redes.

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