María Mazariegos es una mujer que desde muy pequeña decidió que la actuación sería la profesión a la que le gustaría dedicarse. Al salir del colegio se le dio la oportunidad de estudiar en la Escuela de Teatro de Universidad de San Carlos (Usac), a lo que ella llamó “una señal de la vida”. Actualmente María es una de los cocreadores de la serie guatemalteca “Quiero ser Influencer”.
El camino para llegar a esta serie no ha sido nada sencillo, en entrevista para Nosotras LH, María relató cómo siempre sintió que la vida le estaba ayudando para llegar hasta donde se encuentra hoy en día, primero se introdujo en el teatro a la edad de 13 años, y en el mundo audiovisual a los 26.
SEÑALES DE LA VIDA
El entusiasmo por el cine era algo que María traía en sus adentros, sin embargo, los costos para estudiar dicha carrera en el país son algo elevados, por lo que, al año siguiente de haber terminado la Licenciatura de teatro, tuvo la oportunidad de ser parte de un diplomado de tres meses de cine, y otro año después se volvió a abrir otra oportunidad en su vida para cursar un programa de dos meses en el ámbito audiovisual.
“Era tiempo de aprovechar estas oportunidades, porque siempre me ha gustado crear mis propias historias, entonces dentro de mis planes siempre estaba crear algo que naciera dentro de mis ideas”, admitió.
SINOPSIS “QUIERO SER INFLUENCER”
Cora, una mujer recién divorciada y en la ruina, decide emprender como influencer para recuperar su status, pero caerá en manos de 4 excéntricos muchachos que usarán métodos cuestionables para entrenarla. Ana, una veinteañera soñadora, pero indisciplinada; Enzo, un cineasta en potencia que vive en una realidad zombie; Cassandra, una amargada que únicamente vive para cobrarles la renta, e Igor, el doncito simpático de la tienda que está harto de darles fiado.
¿Podrá Cora sobrevivir esta nueva fase de su vida sin lujos y deudas en la tiendita?…
Nosotras LH: ¿Cómo surge la idea de la serie “Quiero ser Influencer”?
María Mazariegos: Por mi crisis de los 30 -ríe-, había pasado muchos años estudiando, pero sentía que había perdido mucho tiempo, cuando uno está estudiando muchas veces se te va la onda y vivir de teatro o de cine en el país es muy difícil por lo que había que buscar otros trabajos que no tienen nada que ver con tu carrera. Entonces solo fantaseaba en mi cabeza de “algún día que haga esto” o “algún día que haga lo otro”.
Cuando cumplo 30 justo ese mismo día me sale una cana hasta arriba de la cabeza y ahí fue cuando dije ‘en qué momento se me está yendo la vida’, eso me cambió la percepción y fue cuando me di cuenta de que era hora de concretar y no solo estar pensando en algún día llevar algo a cabo.
Justo llega la pandemia y tenía todo el tiempo del mundo, por lo que me agarré de esas crisis y me propuse hacer algo, ya que lo que vale es la materialización del deseo; me puse a escribir y escribir, y no lograba consagrar una idea, entonces empecé a ver videos de personas que escribían y vi dos consejos que me sirvieron mucho: habla desde el corazón y si tu idea no es buena bótala, no tengas miedo de decir que no es buena.
Fue ahí cuando me di cuenta de que las primeras ideas no servían, y que tenía que conectarme con mi corazón para hacer algo que verdaderamente me moviera y no tratando de que la gente me vea.
Estaba muy afectada por esa gana de “querer ser alguien”, así como sentirme torpe en el proceso al no saber por dónde empezar. Así es como nace el personaje de Ana, esta emprendedora con muchas ideas, pero desordenada, intenté entonces escribir un episodio, sin embargo, no funcionaba como protagonista.
Ahí es cuando nace Cora, un personaje que también traigo desde la niñez, al yo vivir en un ambiente donde estaba sentada esta idea de “siempre he querido trabajar, pero no puedo porque mi esposo no me deja”; crecí con la frustración de ver mujeres que querían desenvolverse profesionalmente, pero no se les era permitido.
Y así se desarrollan los personajes de la serie que surgen desde mis entrañas, yo tuve la idea original, y quien la escribió fue mi esposo Marco Mancilla, él es escritor profesional y ha sido un proceso que hemos realizado entre los dos. Soy la productora y creadora de la idea original, pero él es quien la va sazonando.
Nosotras LH: ¿Cuál es el mensaje que querían transmitir con la serie?
M.M.: En lo personal era un poco sobre cómo hacer catarsis con una etapa de mi vida y sacarlo de mi sistema; de esta estudiante desordenada que solo fantaseaba y no hacía nada.
Pero también es una invitación de todas las personas que quieren emprender, y que les funcione como reflejo de vernos a nosotros tratando de emprender por medio de la comedia, para tener esta idea de se vale equivocarse y no importa si uno hace las cosas y no son perfectas, al final lo que cuenta es empezar por algún lado, porque en el camino vas aprendiendo. A veces uno se lo toma tan en serio, y no pasa nada si te sale algo mal o chafa, lo que vale es atreverse y aprender.
Eso me costó mucho entenderlo cuando estaba en mis veintes, uno entra a la universidad, quiere que todo sea perfecto, y yo era muy inflexible con eso. Quería que todo estuviera listo e impecable, pero al final me di cuenta de que lo que vale es que la historia funcione, por eso quiero reiterar mi agradecimiento a Marco al hacer y darle magia a los textos, fue una gran suerte tener a una persona que pueda unir una historia tan bien.
Nosotras LH: ¿Cómo fue el proceso de realizar la serie?
M.M.: Al inicio es un poco complicado porque no se conoce cómo actúan y se desarrollan los actores, por eso nos tardamos como tres meses en escribir los episodios, para ese entonces yo no tenía a quién interpretaría al personaje principal, de Cora, por lo que lancé un casting, me llegó el de Rochy Arce, me gustó y quedó.
Grabamos durante la pandemia, no obstante, ya había transcurrido un año desde ella, entonces había un poco más de conocimiento en el tema y la mayoría de las cosas estaban abiertas.
Yo solo había estudiado algunos cursos sobre esto, no tenía todo el conocimiento del mundo de cómo mover y gestionar a la gente, entonces fue como a ciegas por así decirlo. Y, otro consejo que vi en los videos fue el de “trabajar con lo que tengas”, por eso usamos mi cuarto vacío como locación, lo arreglamos y grabamos por tres días, alrededor de 12 horas diarias.
Mi presupuesto no era tan alto, y mágicamente apareció Julio Hernández, quien junto a sus colegas me dijo: “te haré ganas porque me gusta tu idea y lo que veo que has hecho”. Estoy eternamente agradecida con él y sus compañeros, porque llegaron con todo el equipo necesario para grabar, por lo mismo de que quisimos aprovechar el tiempo que tuviéramos las cámaras estuvimos ensayando tres semanas previas a grabar, cuando el equipo de producción llegó ya estaba todo definido, la grabación se hizo más fácil y al final todos se enamoraron del proyecto.
Nosotras LH: No solo eres una de las creadoras de la serie, sino que también actúas en ella, ¿cómo es tener que desarrollar ambos papeles?
M.M.: Es una relación de amor-odio, cuando estás afuera podés crear a tu antojo, es bonito porque no da lugar a que existan ciertas incomodidades que suelen pasar en los castings al no entender del todo al personaje. En este caso yo puedo cuestionarme antes de darle el visto bueno y si no lo repito.
Pero al ya estar dentro del día de grabación es otra cosa, porque tenés que encargarte de más cosas, de ver que todo esté bien, y cómo era la primera vez yo no sabía realmente lo que era estar adentro y afuera, el último día de grabación no sé ni cómo estaba de pie -admite entre risas-, ahora para la segunda temporada ya tengo un poco más de experiencia sobre qué hacer y qué necesito.
Nosotras LH: Si nos pudieras adelantar, ¿cómo va el proceso de la segunda temporada? ¿y qué podemos esperar?
M.M.: Como ahora ya conocemos a los actores, como hablan, como se mueven, su lenguaje corporal, se nos facilitó muchísimo más escribir la segunda temporada; esa la escribimos como en tres semanas-un mes, de nuevo todos los capítulos surgen por algo que me pasó, me sentí torpe y traduje a un capítulo.
También van a durar más, ya que nos pusimos el reto de hacer doble trama en cada episodio y entrelazar dos historias y saldremos a la calle, vamos a estar en otras locaciones, por lo que va a estar más dinámico y siempre tratando de retratar cómo es la vida de los guatemaltecos.
UN CONSEJO PARA LOS CINEASTAS
Para María el trabajo de realizar un material audiovisual es algo que nunca termina, siempre es necesario seguir moviéndolo y apoyándolo, por eso recalcó la importancia de que los cineastas valoren el trabajo de los distribuidores para que los audiovisuales puedan llegar más lejos.
La fecha de estreno de la segunda temporada en la mente de María es tentativamente para julio de 2022; sin embargo, es algo que aún debe valorar, por el momento se puede disfrutar de la primera temporada que cuenta cinco capítulos en la plataforma de YouTube, en el canal Jalado Producciones en el que buscan llegar a mil suscriptores.
“No existe eso de que lo vas a subir y te vas a volver viral, eso es uno entre un millón, por eso es valioso mostrar un apoyo continuo a los proyectos que realizas”, finalizó.