Por MANUEL RUEDA
BOGOTÁ
Agencia (AP)
El ministro de Hacienda de Colombia, Alberto Carrasquilla, renunció tras cinco días de protestas contra una reforma fiscal en las que murieron al menos 17 personas.
El presidente Iván Duque retiró la propuesta la víspera en respuesta a las manifestaciones, que han incluido disturbios y enfrentamientos violentos con la policía.
Según la Defensoría del Pueblo de Colombia, 16 manifestantes han perdido la vida desde el miércoles, así como un policía que murió apuñalado.
Carrasquilla había diseñado la reforma fiscal, con la cual se pretendía recaudar 6.700 millones de dólares que el gobierno dice requiere para pagar deudas mientras intenta subsidiar a familias pobres para mitigar el impacto de la pandemia.
El plan del ministro de Hacienda incluía un impuesto del 19% a la gasolina, así como una iniciativa para ampliar la base tributaria al cobrar impuesto sobre la renta a las personas que ganan el equivalente a 700 dólares mensuales o más.
Carrasquilla también había propuesto un impuesto del 19% a los servicios públicos que reciben los vecindarios de clase media, y un gravamen a la riqueza para los individuos cuyo patrimonio equivalga a 1,3 millones de dólares o más.
El gobierno dijo que necesita el dinero para financiar mejoras a los servicios de salud y para mantener la entrega de un ingreso básico que implementó por causa de la pandemia.
Pero la mayoría de los partidos políticos —que se preparan para elecciones este año— rechazaron el plan fiscal, y también molestó a sindicatos, grupos estudiantiles y operadores de pequeños negocios cuyos ingresos se han visto afectados por la crisis de salud. Los manifestantes le pidieron al gobierno que incremente los impuestos a las empresas y disminuya el gasto militar en lugar de gravar a la clase media.
Sergio Guzmán, analista político en Bogotá, dijo que la renuncia de Carrasquilla podría envalentonar a los manifestantes para quedarse en las calles hasta que el gobierno atienda otras exigencias, como una reforma policial o detener los planes de fumigar los cultivos ilegales de coca con una sustancia química que podría ser cancerígena. Hizo notar que el presidente colombiano no tiene muchas opciones, salvo negociar sobre impuestos con distintos grupos políticos y sociales.
«El problema es que Duque ahora tiene poca credibilidad», señaló Guzmán.
El mandatario exhortó el domingo a los políticos a unirse y diseñar otro plan fiscal.
«Retirarla o no retirarla (la reforma) no era la discusión. La verdadera discusión es poder garantizar la continuidad de programas sociales», manifestó Duque en un discurso televisado a nivel nacional.