Cuba iniciará un reordenamiento económico profundo a partir del 1 de enero que incluirá la unificación monetaria y cambiaria, así como un aumento de cinco veces en los salarios. Foto la hora: Ismael Francisco/AP
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Por ANDREA RODRÍGUEZ
LA HABANA
Agencia (AP)

Cuba iniciará un reordenamiento económico profundo a partir del 1 de enero. El cambio implicará la unificación monetaria y cambiaria, un aumento de cinco veces en los salarios y el incremento de tarifas y precios.

La medida se produce luego de más de 25 años de doble circulación de moneda, aprobada tras la crisis que siguió a la caída de la Unión Soviética —entonces la principal aliada de la isla–, pero que a lo largo de los años terminó fomentando la improductividad, coincidieron las autoridades y expertos.

«Reiteramos la trascendencia e importancia de esta tarea, que pondrá al país en mejores condiciones para llevar a cabo las transformaciones que demanda la actualización de nuestro modelo económico y social sobre la base de garantizar a todos los cubanos la mayor igualdad de oportunidades, derechos y justicia social», dijo el presidente Miguel Díaz-Canel la noche del jueves al realizar el anuncio.

Sentado a su lado, en un programa especial transmitido por cadena nacional, se encontraba el secretario del Partido Comunista y exmandatario Raúl Castro, lo que en Cuba tiene un fuerte valor simbólico dado el poder de su figura política e histórica.

A partir del próximo año, los cubanos tendrán como único medio de pago el peso cubano o CUP a un cambio único de 24 pesos cubanos por dólar y desaparecerá el peso convertible o CUC, que tenía una paridad de uno a uno con el dólar.

Las autoridades también publicaron en la Gaceta Oficial más de una docena de resoluciones y decretos para reorganizar todo el sistema monetario con aspectos salariales, de seguridad social y tributarios, entre otros.

Entre las medidas se dispuso elevar al menos cinco veces el salario mínimo, que será de 2.100 pesos cubanos (87 dólares). También se ajustaron las pensiones y retiros, pero las autoridades dieron a conocer una lista de precios de productos básicos con incrementos en mercancías como el arroz, el azúcar o los huevos.

Desde la vereda opuesta de las opiniones hubo satisfacción de algunos entrevistados por contar con una sola moneda evitando confusiones o la posibilidad de que el salario sea un estímulo real al trabajo.
El proceso de reordenamiento llega en un momento de dura crisis para Cuba, golpeada por sus propias ineficiencias, la paralización provocada por la pandemia en sectores claves como el turismo y el incremento de las sanciones por parte del gobierno del presidente Donald Trump.

Las largas filas para procurarse bienes y el desabastecimiento caracterizaron los últimos meses al país, cuyo gobierno sostiene una amplia política de subsidios masivos para la alimentación, la salud pública y la educación gratuita, entre otros beneficios.

Díaz-Canel insistió en que el reordenamiento se hará sin «políticas de choque» que dejen desamparados a los sectores más vulnerables. Muchas personas que no tienen acceso a sectores bien remunerados —como los trabajadores del turismo— cuentan con canasta básica cubierta por los subsidios gubernamentales, que en Cuba se extienden a la salud, la educación y los servicios.

El peso cubano —la única moneda que circulará a partir de enero— es el que recibe principalmente la población como salario y el mismo que utiliza para el pago de alimentos y luz o gas. Sin embargo, en algunas tiendas donde se ofertan productos de primera necesidad o aseo, el pago es con CUC.

Agobiado por la falta de liquidez, el gobierno abrió recientemente otros comercios en los que se permite el pago en dólares mediante tarjeta de crédito-. Las autoridades dijeron que éstos permanecerán incluso después de que se unifiquen las monedas nacionales.

El fin de la circulación legal de dos monedas podría desenmascarar las ineficiencias de las empresas dado que el gobierno había fijado montos de cambio diferentes para las compañías estatales, que ahora tendrán que asumirse a 24 pesos cubanos por dólar.

De cualquier modo, la medida «clarifica todas las métricas económicas», por lo que se sabrá «cuánto cuestan las cosas y qué es eficiente y qué no vale la pena seguir manteniendo, especialmente muchas empresas estatales que no tienen sentido económico», por lo que ahora la tarea de las autoridades será implementar reformas que permitan la creación de empleos en la pequeña y mediana industria, señaló Vidal.

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