DANICA KIRKA
LONDRES
Agencia (AP)
El secretario del tesoro británico descartó ayer la posibilidad de que el gobierno cesará el enorme gasto público que ha apuntalado a la economía durante la pandemia del coronavirus, afirmando que no es momento de limitar el crédito.
El funcionario, Rishi Sunak, formuló sus declaraciones al ser entrevistado en los programas de televisión matutinos de ayer.
Anunció planes de darle el Servicio Nacional de Salud otros 3.000 millones de libras (4.000 millones de dólares) y prometió que los subsidios para pequeños negocios y para personas afectadas por la pandemia continuarán hasta la primavera.
Han surgido versiones según las cuales Sunak podría anunciar un congelamiento de los sueldos de los empleados públicos cuando entregue su reporte anual de egresos al Parlamento el miércoles. Ello ha suscitado conjeturas de que limitará el gasto público y aumentará los impuestos, en momentos en que se calcula que los créditos del gobierno ascenderán este año a una cifra inédita de 372.000 millones de libras.
Sunak aseguró que el gobierno sigue teniendo como prioridad combatir la pandemia, en momentos en que unas 750.000 personas han perdido sus empleos. Se negó a responder preguntas sobre congelamientos de los sueldos.
«Esto es algo muy triste lo que estamos viendo», declaró a la BBC. «Es algo real. No es simplemente un gráfico con números, son vidas humanas, su sustento económico. Y eso es algo que vamos a tener que enfrentar por mucho tiempo lamentablemente».
El tema del gasto público es sumamente sensible en Gran Bretaña, que vivió un período de dura austeridad tras la crisis financiera del 2008. El tema es más candente ahora que empleados públicos — incluyendo enfermeros, bomberos y asistentes médicos — han sufrido el mayor impacto económico de la pandemia.
Frances O’Grady, líder del Trades Union Congress, exhortó a los ministros a pensar bien antes de imponer un congelamiento de sueldos.
«Si desean motivar a la fuerza laboral en momentos en que sufrimos un repunte de la pandemia — y viene un invierno muy duro, eso lo sabemos todos — lo último que deben hacer es reducirle el sueldo a la gente», aseguró O’Grady.